Alejandro Radetic se convirtió en famoso de la noche a la mañana. La difusión de un video de él corriendo una picada en pleno centro porteño hizo que su excéntrico estilo de vida saliera a la luz. Autos ostentosos, ropa estridente, videoclips musicales de dudosa calidad, una fortuna heredada y un séquito de “amigos” dispuestos a reírse y festejar cada ocurrencia forman parte del día a día del frustrado piloto devenido en empresario. Pero mientras disfruta de su libertad bajo fianza, la explosión mediática de su figura hizo que extraños vínculos salieran a la luz.
Los millones de los que Radetic goza le llegan sin trabajar. Baltazar, su padre adoptivo, fundó junto con Alberto Andrenacci la constructora Marcalba SA, empresa que hizo decenas de obras públicas. Cuando el patriarca familiar falleció, en el 2007, Alejandro recibió gran parte de las acciones de la empresa, de la cual ahora integra el directorio. “De la empresa no tiene idea. Obtiene regalías pero no está metido, solamente tiene las acciones”, asegura un allegado. Al igual que Fort, Alejandro no sabe por qué en su cuenta bancaria aparecen tantos millones, él sólo los disfruta.
Sin embargo, gran parte de ese dinero proviene de las arcas estatales. Desde que la gestión PRO comenzó en la ciudad de Buenos Aires, Marcalba se adjudicó obras por más de 400 millones de pesos. La buena sintonía con el macrismo no termina ahí. De acuerdo con los registros que el propio partido presentó ante la Justicia, Radetic aportó 62.500 pesos al fondo de campaña de Macri. El mismo día, Alberto Andrenacci, su socio, aportó otros 250.000 pesos. “Nunca le reconocí ninguna inclinación política. No sé qué lo llevó a poner esa plata”, reconoce un amigo. Pero la realidad es que el aporte existió y no sería el único acto de generosidad de Radetic para con Macri. A principios de 2017, luego de que el Presidente fuera atacado a piedrazos en Neuquén, el multimillonario ofreció su auto blindado personal para que Macri lo utilizara, sin costo alguno, hasta que reciba su nuevo vehículo oficial.
Desde Cambiemos trataron rápidamente de desvincularse del excéntrico corredor y explicaron que Marcalba también realizó importantes obras con el kirchnerismo. Razón no les falta ya que la empresa se adjudicó varias obras de importancia, como el tercer carril de la Autopista Buenos Aires-La Plata. Además, Marcalba también “jugó” para el Frente Para La Victoria en 2005, ya que aportó para la campaña del partido en la Ciudad de Buenos Aires.
Ajeno a la grieta, Radetic sólo se dedica a exhibir sus lujos y ostentar su estilo de vida mientras gasta en otros intereses. Piloto de avión y fanático de la velocidad quiso dedicarse al automovilismo. Llegó a correr en la categoría Top Race, pero “no maneja bien. Va rápido nomás. Con eso no alcanza”, según un experimentado piloto nacional. Acabada su incipiente carrera, se dedicó al drift (categoría en la que se conduce derrapando) y se convirtió en un promotor de esta categoría en el país. Además se empecinó en ser famoso y reforzó su perfil excéntrico. “Empezó a buscar famosos para figurar y a subir esas fotos a las redes sociales haciéndose el raro”, comentó un amigo.
Bellas mujeres, un arsenal de armas de grueso calibre y hasta una colección de juguetes sexuales completan su día a día. “Es un tipo extraño. Un tipo que vive de disfrutar toda su guita (sic) pero no anda en nada raro. Pero sí le gusta mostrar todas las cosas raras que hace”, explica otro allegado que incluso llegó a ir a alguna de las fiestas en Nordelta.
Una locura logró que Radetic lograra su ansiada fama, pero a su vez, hizo que los extraños vínculos políticos de la empresa de la que forma parte se volvieran un gran dolor de cabeza para muchos.
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