El presidente Mauricio Macri dejó China el pasado jueves, después de cuatro días de visita, y 24 horas después su Gobierno le concedió al gigante asiático lo que éste tanto deseaba. El régimen de Beijing quería que se la reconociera como economía de mercado porque eso implicaría menos barreras comerciales contra sus productos. El viernes la Secretaría de Comercio de la Argentina, que dirige Miguel Braun, admitió de hecho que China es una economía de mercado.
El gigante asiático, que desde fines de los 70 comenzó reconvertirse del comunismo al capitalismo pero sigue manteniendo fuertes regulaciones, entró en 2001 en la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero como condición aceptó que solo a fines de 2016 se la reconocería como economía de mercado. ¿Qué implicaba eso? Que los demás integrantes de la OMC podían aplicarles con más facilidad medidas antidumping (el dumping es una forma de competencia desleal que consiste en vender productos por debajo de su costo). Los países solo debían demostrar que China vendía en sus mercados a un precio inferior al que se comerciaba en terceros mercados tomados como referencia. Beijing, en cambio, quería que se comparara con los valores que se cobraban en su propio mercado, y eso es lo que aceptó la Argentina el viernes al abrir una investigación por dumping contra inodoros, depósitos o cisternas, lavatorios, columnas (pedestales) y bidés chinos que había solicitado la empresa Ferrum.
En 2004, el entonces gobierno de Néstor Kirchner había anunciado que reconocería a China como economía de mercado, pero nunca lo puso en práctica. Entonces, Beijing había prometido elevar sus importaciones de productos argentinos de 2.700 millones de dólares a 6.700 millones cinco años después. Eso tampoco se cumplió: en 2009 las exportaciones argentinas a China llegaron a 3.668 millones y en 2016, a 4.423 millones.
Con el cambio de gobierno, el embajador que Macri nombró en Beijing, Diego Guelar, había abogado en agosto pasado por el reconocimiento de China como economía de mercado. El millonario más rico de la Argentina, Paolo Rocca, dueño del grupo Techint, lo criticó y pidió al Gobierno, con el que mantiene una excelente relación, que evitara ese pronunciamiento. Otros países como los de la Unión Europea y Estados Unidos optaron por no reconocer a China como economía de mercado a pesar de que en 2016 venció el plazo fijado por la OMC.
Uno de los máximos funcionarios que acompañaron a Macri en la gira por China reconoce que finalmente se optó por "dar un reconocimiento implícito". Es decir, se empezaron a usar los precios internos de China como referencia para comprobar los casos de supuesto dumping. "Habiendo transcurrido el plazo de 15 años tras el ingreso a la OMC, no teníamos la obligación de hacer un reconocimiento formal de China como economía de mercado, pero el viernes usamos por primera vez una nueva metodología para casos de dumping. Algunos otros países latinoamericanos también lo han hecho. Estados Unidos y la Unión Europea no lo hicieron, pero ellos tienen grandes déficits con China", señala el funcionario. El rojo comercial de la Argentina con la segunda economía mundial es de 6.043 millones de dólares. El intercambio podría caracterizarse como soja a cambio de manufacturas de todo tipo, desde chucherías hasta maquinaria de alta tecnología.
En el gobierno de Macri sostienen que los empresarios argentinos ya estaban avisados del reconocimiento y, según ellos, lo tomaron a bien. Aclaran que la industria del acero, en la que está presente Techint, recibirá un tratamiento especial por la sobreabundancia de producción mundial que el sector viene denunciando hace años. Agregan que los funcionarios chinos dieron la bienvenida a la decisión y destacan que el presidente Xi Jinping le prometió la semana pasada a Macri que aumentaría las importaciones desde la Argentina. Veremos si esta vez se cumple. Por lo pronto, en el viaje se estableció un plan fitosanitario para habilitar las exportaciones de alimentos argentinos a China y la delegación de Macri pidió mejor acceso de la carne vacuna con y sin hueso enfriada, los langostinos, la miel, las arvejas, los arándanos y los vinos, producto que hasta ahora abona un 14% de arancel, mientras que sus competidores chilenos entran con un 0%. Además, China prometió financiar obras de infraestructura por 17.000 millones de dólares.
El consultor de empresas Tomás Cwierz advierte que "el último 7 de diciembre la Argentina se había apresurado a iniciar varias investigaciones contra China mientras estuviese vigente el protocolo de adhesión a la OMC que la consideraba economía en transición, y desde esa fecha no había iniciado nuevas investigaciones hasta el pasado viernes, cuando ratificó implícitamente el tratamiento como economía de mercado". "Si bien la Argentina se encuentra en sintonía con lo normado en la OMC, a la vez tomó una decisión opuesta a la dirección que estarían tomando tanto la UE como los Estados Unidos. La implicancia directa es que los precios de las importaciones de China se compararán con precios del mercado interno de ese país, resultando en la inexistencia de dumping o en derechos antidumping mucho más bajos que los aplicados hasta el momento. Para el gobierno chino es una gran victoria, tanto para la participación efectiva de los exportadores chinos en las investigaciones, como para ser utilizado como caso testigo en otros países donde aún no la han reconocido como economía de mercado", analiza Cwierz, de Sidera Consult.
Comentarios