Alfredo Casero se convirtió en una bandera del macrismo con sus excéntricas defensas públicas al Presidente. La última y más rutilante intervención quedará inmortalizada en un minuto de video que se viralizó por todos los celulares de los militantes oficialistas: “Queremos flan”, repitió a los gritos en el programa de Alejandro Fantino, Animales Sueltos, trazando una analogía con la realidad política y social argentina. Y eso lo catapultó al estrellato amarillo.
Macri no la dejó pasar: el día después se sacó una foto comiendo flan y con eso selló un pacto de reciprocidad. Le avisó al actor que el mensaje había llegado.
Sin embargo, la buena sintonía no tiene larga data. De hecho el Presidente no conocía a Casero antes de llegar al sillón de Rivadavia: no era consumidor del legendario programa “Cha, Cha, Cha”, ni lo tenía en su radar.
Fue a finales de marzo del 2017, horas antes de la masiva marcha del #1A a favor del Gobierno, cuando Casero se cruzó en la vida de Macri.“Pero este tipo es increíble. ¿Lo vieron? ¿Vieron el nivel de adhesión que tiene con nosotros?”, le había dicho el presidente a su gabinete económico antes de una reunión, según había publicado Clarín en aquel momento.
Desde ese día le prestó atención al hombre que, sin ser reconocido, se jugaba todo su prestigio por el del primer mandatario. “A Macri lo voy a defender a muerte y si tengo que pegar un tiro para defender la República lo voy a hacer”, había anunciado por aquellos días donde el Presidente aún lo ignoraba. Ahora cuenta con la bendición de Cambiemos. Y del mismísimo Mauricio Macri.
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