Más de 200 personas fueron detenidas en París, en el marco de los choques entre los “chalecos amarillos” y diferentes agrupaciones sindicales con la policía. En Montparnasse se vieron los cruces más violentos: el restaurante La Rotonde, donde Emmanuel Macron celebró su victoria en las elecciones presidenciales de 2017, acabó con vidrios rotos y focos de incendio.
Según el diario galo Le Figaro, los encapuchados que se enfrentaron a la policía pertenecerían al Bloque Negro de los anticapitalistas franceses. El secretario general de la CGT francesa, Philippe Martinez, denunció la infiltración de estos encapuchados de negro. La policía respondió con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y balas de goma, informó Europa Press.
Las movilizaciones se producen días después de que Macron anunciara una rebaja fiscal de 5.000 millones de euros como parte del “plan nacional” para dar respuesta al descontento social que han puesto de relieve los “chalecos amarillos”.
En Brusuelas. La Confederación Europea de Sindicatos (CES) convocó a distintas manifestaciones. Reclaman un progreso social para Europa, así como mejores salarios y mejores condiciones de vida y de trabajo. “Las elecciones europeas de este año son las más importantes de todas las que hemos conocido en las últimas décadas”, manifestó Luca Visentini, Secretario General de la CES.
El dirigente convocó a unos 10.000 manifestantes procedentes principalmente de Bélgica y de Francia pero también de otros Estados miembros de la UE incluidas delegaciones de Alemania, Italia, España, Hungría, Eslovenia y otros países.
En España. Las manifestaciones más pacíficas fueron en Madrid, donde miles de españoles llamaron a una huelga general mientras caminaban frente al Ayuntamiento y el Banco Central. Los gremios exigen mejores empleos y una serie de garantías en materia de jubilaciones. Algunos manifestantes consideran que las políticas del gobierno de Pedro Sánches solo benefician a las empresas
Sánchez prometió cuando estaba en la oposición derogar la reforma laboral. Pero una vez en el Gobierno le bajó el precio asegurando que sacaría solo “la parte más lesiva” de la misma. Durante la reciente campaña, el líder socialista dijo que se centraría en llevar adelante un "nuevo Estatuto de los Trabajadores" para el siglo XXI. Lo que figura en los planes del gobierno español enviados a Bruselas.
En Barcelona, unas 5.000 personas asistieron a la manifestación convocada por los sindicatos. Javier Pacheco, secretario de general de CC OO de Cataluña criticó la cifra de asistentes, al considerar que era muy baja. “Cuando los partidos políticos llenan la Via Laietana dicen que ha habido 300.000 personas, cuando la llenamos los sindicatos dicen que somos 5.000”, se quejó.
Italia. En Roma, Milán y Turín los sindicatos convocaron a marchas multitudinarias. La de Turín, que convocó a 10mil personas acabó en graves incidentes con la policía y decenas de detenidos.
Un clima similar se vivió en Grecia, aun golpeada por la crisis económica y la perdida de empleos. Se registraron enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en El Pireo, el gran puerto de Atenas.
"No se trata de un día festivo. Es una jornada de huelga. Esta es una lucha permanente y duradera y, a través de ella, aprovechamos para denunciar todo lo que ha ocurrido. Lo peor está por venir", denunció el comunicado el sindicato de marinos PNO.
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