Tuesday 3 de September, 2024

DEPORTES | 19-07-2024 11:48

La cábala de Chiqui Tapia: llevó la copa a un santuario sanjuanino

El presidente de la AFA y su peregrinación a la Difunta Correa tras la victoria de la Selección Argentina en la Copa América.

“Volveré siempre a San Juan, mi zona de promesas, de familia, del recuerdo latente de mi viejo. Una vez más acá, cumpliendo con la Difunta Correa, acompañado de mi hijo. ¡Gracias a mi querido San Juan por el cariño de siempre!”, posteó Claudio “Chiqui” Tapia en su cuenta de Instagram. 

El presidente de la AFA compartió un reel de su viaje a la provincia cuyana llevando el trofeo obtenido por la selección argentina de fútbol en la Copa América 2024. En un agónico encuentro,  el equipo de Lionel Messi venció a su par colombiano por 1 a 0, gracias a un gol convertido por Lautaro Martínez en el minuto 110 del tiempo suplementario. 


El clásico “Volveré siempre a San Juan” de Mercedes Sosa fue la música que acompañó al video que relata, con diferentes imágenes, el trayecto de Tapia, desde el avión hasta el santuario de la Difunta Correa. En la peregrinación, se lo ve al dirigente saludando a varios curiosos que lo observan sostener la copa obtenida por el conjunto albiceleste. 

El paraje está ubicado en el pequeño pueblo de Vallecito, a 63 km de la ciudad de San Juan y a 1160 km de Buenos Aires. La Difunta Correa es el apodo que se conoce a Deolinda Correa de Bustos, una joven que murió deshidratada en los desiertos sanjuaninos logrando que su bebé de meses sobreviviera prendido de su pecho. Esta dama de la época independentista, que se ha convertido en objeto de culto en todo el territorio argentino, es considerada una santa popular, debido a que la gran mayoría de sus devotos se identifican como católicos.

Difunta Correa

Se conservan diversas versiones de la leyenda de la Difunta Correa. La más conocida es que fue una mujer que buscaba a su marido, que fue reclutado forzosamente y contra su voluntad durante la guerra civil del siglo XIX. Deolinda Correa, angustiada por su esposo y a la vez huyendo de los acosos del comisario del pueblo, tomó a su hijo lactante y siguió las huellas de la tropa por los desiertos de la provincia de San Juan llevando solo algunas provisiones de pan, charqui y dos chifles de agua. 

Cuando se le terminaron la mujer estrechó a su pequeño hijo junto a su pecho, y se cobijó debajo de la sombra de un algarrobo. Allí murió a causa de la sed, el hambre y el agotamiento. Unos lugareños encontraron el cuerpo de la madre, pero al niño todavía con vida y siendo amamantado por ella. De esta manera nació la leyenda.  

 

 

por R.N.

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