★★★★★ Entre las películas de Arturo Ripstein, uno de los más grandes cineastas contemporáneos, "El lugar sin límites" ocupa una posición altísima, a la altura de "Principio y Fin" o de "Profundo Carmesí". Aquí Ripstein retrata la vida de un prostíbulo de pueblo, de una travesti, de una mujer perdida, de un joven desconcertado y de una sociedad que envía literalmente al margen todo aquello que no cabe en su orden patriarcal. Pero nada de film de tesis; Ripstein es uno de los hombres clave del melodrama, alguien que sabe retratar la tensión entre las pasiones humanas más irracionales y las leyes más coercitivas (sí, también Minelli, Sirk, Del Carril y Fassbinder conocen ese tema). Ripstein, además lleva las cosas a tal extremo sanguíneo (y sangriento) que surge en medio de la tragedia el costado satírico, irónico de una realidad que establece un abismo entre los hechos y las palabras.
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