***1/2 Tres estrellas y media
Hay momentos realmente divertidos en este especial realizado por los veinte (YA) años de la primera Harry Potter. Por ejemplo, saber que Alan Rickman era el único actor o miembro de todos los equipos de las películas que sabía qué iba a pasar al final con su personaje.
También conocer detalles del asunto, ver momentos de los castings originales y todo eso. La sensación de nostalgia funciona incluso para los no fans (aquí levanto la mano) de los films del Niño que Sobrevivió.
Pero hay, también, algo feo: las batallas bobas de la corrección política hacen que a la creadora de todo ese universo, J.K. Rowling, se la mencione o se la vea en entrevistas viejas, y no aparezca en la “reunión”.
Esa claudicación ante minorías intensas que deja de lado las virtudes de una persona (nada menos la que hizo leer libros a dos generaciones que casi habían olvidado el hábito), es suficiente como para que a la nostalgia se sume la indignación de la pérdida tonta.
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