**** No solo de expresionismo vivía el cine alemán en los años 20 del siglo pasado. También se hacían grandísimas producciones como esta versión un poco condensada de “La Ilíada” centrada en la figura de Helena. Más allá del obvio contenido melodramático, es increíble el despliegue de producción, con batallas llenas de extras, tremendas secuencias épicas, descripciones precisas y ambientes gigantes que harían palidecer a cualquier experto en arte digital del cine de hoy. Por lo demás, está bien actuada para lo que implicaba actuar –un arte diferente del de hoy– en esa época, con personajes convincentes y un relato que va como un tren sin perder detalle. De paso, los vestidos son muy imaginativos dentro de cierta precisión arqueológica. Hipnótica y de las que uno dice “¿Cómo hicieron?”.
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