**** La historia de histerias que desató esta película sirve para ilustrar la clase de psicosis que es la corrección política. Porque esta absoluta sátira sobre el poder y la lucha de clases, inspirada en “The most dangerous game” (novela y película de los años 30) donde un grupo de ricos secuestra doce personas para cazarlas, hasta que una de las víctimas inicia un contraataque, tuerce el cuello de los discursos “correctos” (pero eso es solo la superficie: aquí caen Internet, las redes, la historia misma de los EE.UU.).
Las cosas son salvajes como deben serlo, no se hacen concesiones al humor negro, y se va al punto básico: narrar un cuento moral sin andar haciendo discursos para quienes ya no entienden la metáfora.
Además es realmente un gran film de aventuras. Y también rompe ciertos mitos del feminismo mal entendido.
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