** Técnicamente, impecable. Y esa es la más importante de las objeciones. El clásico de 1955 era un alarde del dibujo animado donde el diseño contaba. La forma de los personajes, las acciones que se elegía animar y la caricaturización del humano formaban un todo totalmente coherente. Esta versión de animación hiperrealista y actores demuele el sentido del original y demuestra que la estrategia de “reimaginar” con apariencia de carne y hueso el viejo universo animado es tan coherente como reemplazar La Gioconda por la foto de una italiana con vincha. El dilema de “todo se puede” hace, además –lo mismo pasa en la pésima “La Bella y la Bestia” de 2018–, que se alargue lo que se narra y que, sobre todas las cosas, pierda encanto y pierda magia, ese bien tan escaso que Disney supo recrear. Voces originales de Tessa Thompson, Justin Theroux, Sam Elliott, Ashley Jensen.
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