***** No es sorpresa para el lector que quien esto escribe no es fan de Bergman. Pero sí de Max Von Sydow, el actor que marcó la primera etapa del director sueco, y sí de esta película de la serie “medieval” del autor. La historia es tremenda: dos hombres violan y matan a una adolescente y más tarde piden, inadvertidamente, refugio en la casa de los padres de la víctima. Cuando el padre –Sydow en un trabajo increíble– se entera, busca vengarse. La película tiene un clima extraordinario, un uso de la luz que recuerda lo mejor del expresionismo y permite dibujar la débil frontera entre la luz y la oscuridad en la que se mueve el protagonista. Más allá del drama filosófico y psicológico que Bergman nos presenta, La fuente es también –y sin ocultarlo– un thriller de venganza, uno de esos relatos que nos lleva de las narices de principio a fin. Entre lo más alto del director, del cine y de la carrera de su protagonista.
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