★★ ★★ LaPixar está buscando una nueva poética. Hasta ahora, siempre el conflicto nacía de la colisión entre un mundo oculto y el nuestro, cotidiano, lo que justificaba la animación digital 3D. Ya con Luca y ahora mucho más con Red, lo fantástico comienza a sentirse cotidiano. Esta película, de hecho, debe mucho más a Miyazaki y filmes como Kiki's Delivery Service (en el sentido en el que el mundo “real” digiere lo fantástico) que a Toy Story. Y es, ni más ni menos, una historia sobre el paso de la infancia a la adolescencia de una chica que se transforma en un panda rojo gigante cuando se pone tensa o nerviosa. Y, sobre todo, de la relación con su madre (algo que ya estaba en otro film “de pelirroja”, Valiente). Muy bellamente animada, con momentos en los que prima la caricatura desembozada por encima del realismo (lo que está muy bien), solo queda reprocharle a la película que Pixar está tan preocupada por investigar nuestro mundo que se olvidó de crear mundos nuevos. Y un poco eso se extraña.
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