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EMPRESAS | 26-04-2019 12:21

Autos cero kilómetro y usados, a la venta a golpe de clicks

Carvi ofrece vehículos nuevos. Simplicar, también pero a empleados de empresas. Checkars, los de segunda mano con garantía.

Todo se transforma. El mercado de la compraventa de automóviles, también. La digitalización, los cambios en los patrones de consumo y las nuevas formas de vida adoptadas por los millennials amagan con comerse crudas a las concesionarias u obligarlas a reconvertirse.

Experiencias como las de Carvi, una plataforma diseñada para que los usuarios vean el tipo de vehículo, modelo, color y precio que desean pagar por él sin pisar un salón de lustrosas baldosas con expertos vendedores de piso, dieron sus primeros pasos el año pasado.

Su CEO y fundador, Matías Fernández Barrio, contó que detectaron una gran oportunidad en el rubro automotriz, que registró 800.000 operaciones de venta de cero kilómetro en 2018.

“Hasta ahora, sólo existían MercadoLibre, OLX, De Autos o los clasificados y ahí los vendedores publicaban autos que no necesariamente tenían en stock, pero el problema es que a veces el cliente quiere ir a comprar lo que ve en el anuncio al precio que dice el aviso pero no se da”, explica este joven que trabajó en el mundo corporativo y se lanzó con su proyecto luego de conversarlo con un grupo de amigos con los que estudió en Estados Unidos.

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Fernández Barrio agrega que “los vendedores suelen agregar costos a medida que avanza el interés del comprador o no siempre están los autos que publicitan en esas plataformas”. La conclusión, a su criterio, es que, “para personas que no son expertas, algo que debería ser una experiencia espectacular termina siendo traumática”.

En ese sentido, Carvi asumiría las riendas de un espacio que permanecía vacante en el plano local. “Nosotros no estamos inventando la rueda”, aclara el emprendedor y argumenta que en el mundo “ya hay compañías que intermedian entre comprador y vendedor mediante plataformas que comparten información de ambos lados y de manera transparente”.

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El procedimiento es sencillo. El cliente que busca un coche se mete en la web de Carvi, escoge una entre todas las marcas disponibles, detalla modelo y versión, color deseado y hasta el lugar al que estarían dispuestos a ir a buscarlo. Con esos datos, la plataforma dispara la solicitud de cotización, las concesionarias adheridas reciben ese pedido y responden con su oferta.

Bajo la modalidad de “subasta a la inversa”, dicho en palabras de Fernández Barrio, Carvi termina pasándole al usuario el mejor precio para el auto que quiere.

El paso siguiente es el de una reserva online por valor de 1.000 pesos, que sirve para congelar el valor cotizado, y el personal de Carvi acompaña al interesado hasta que retira el auto de la concesionaria. En la operación gestionada por la empresa, se incluyen todos los gastos: desde flete y formulario hasta sellado y patentamiento.

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Usados también. Con una lectura parecida sobre el escenario, Jaime Macaya fundó Checkars, un modelo similar al de Fernández Barrio pero pensado para la compraventa de coches usados.

“Nuestra visión de largo plazo es que hay un nuevo modelo de distribución para autos usados y queríamos ser los primeros en la Argentina”, comenta este treintañero nacido y criado en los estertores de la era analógica pero con el crédito de la audacia y la capacidad de adaptación para la época de los bits.

Macaya indica que su modelo es “e-commerce de autos usados”. “En general es un proceso de compra lleno de miedos e incertidumbre. ¿Quién será el que me vende? ¿Será un chanta?”, grafica. Y para ahuyentar esos fantasmas, Checkars ofrece mecánicos para validar el estado del auto y además extiende una garantía de seis meses a quien compre a través suyo y un período de prueba de cinco días.

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De esta manera, el proyecto de Macaya pretende constituirse en un proveedor de garantías “para que la gente se anime a comprar autos online”. A diferencia de otras plataformas al estilo market place, como MercadoLibre u OLX, Checkars agrega valor en la transacción a partir de la tranquilidad que produce en el cliente el servicio de revisión mecánica, verificación y posterior garantía.

En ocasiones sucede que Carvi deriva clientes a Checkars. Tal como lo confiesa Fernández Barrio, hay quienes necesitan desprenderse de un auto usado para adquirir uno nuevo y, ante esas situaciones, se sinergian los emprendedores.

OLX o MercadoLibre unen puntas pero dejan sin resolver el chequeo mecánico, según sus competidores. En los market place no se agregaría valor a la transacción mediante la tranquilidad de suministrar esa garantía.

En las rondas con inversores, Carvi y Checkars consiguieron aproximadamente la misma suma. La primera recogió 500.000 dólares en 2017 y cerró su segunda etapa con la misma cantidad para consolidarse en Argentina, mientras que Checkars se alzó con un millón de dólares y estima una facturación anual para mayo próximo que treparía a 1,5 millón de dólares.

La bisagra digital. Simplicar es una plataforma que brinda soluciones en cuestiones de movilidad, mediante acuerdos corporativos, a los empleados de las empresas que suscriben el acuerdo. Actualmente la cartera de clientes se conforma con más de 350 marcas, como YPF, Telecom o Nestlé, que en total suman más de 200.000 individuos. Estos acceden a portales de venta de vehículos que participan deliberadamente de la plataforma de Simplicar donde se ofrecen beneficios exclusivos, como adquirir unidades a precio de fábrica.

Simplicar nació en 2013. Suma más de 3.000 unidades vendidas. Su facturación anual supera el millón de dólares.

Si bien esta es la actividad principal de Simplicar, la idea para el corto plazo es facilitar otro tipo de soluciones, cuenta su CEO Ezequiel Calcarami. Ejemplo de esto es el carsharing, que se traduce como la movilidad compartida y permite el uso común de un vehículo así como su alquiler por períodos cortos de tiempo, así sea apenas una hora. Se trata de un uso ocasional del automóvil sin la necesidad de ser el dueño.

Calcarami afirma que la tecnología cambiará radicalmente la forma de adquirir y utilizar un vehículo. “En 30 años nadie va a querer comprar un auto, sino simplemente usarlo”, vaticina.

Basados en una propuesta de valor anclada en la digitalización, estas tres empresas, Carvi, Checkars y Simplicar se lanzaron al mercado. Una solución rápida en la punta del smartphone.

por Luciana Glezer

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