El Dr. Leonardo Sande, experto en obesidad y nutrición, sabe que el camino hacia un peso saludable no se trata solo de dietas y ejercicio, sino también de comprender y gestionar nuestra conducta. La obesidad tiene claros factores genéticos, epigéneticos y metabólicos, pero más allá de la predisposición que tenga un paciente para aumentar de peso, si la persona logra modificar su conducta puede tener una vida saludable y mantener un peso adecuado más allá de su predisposición.
En algunas personas la comida ocupa otro lugar, es una forma de anestésico que sirve para calmar el estrés y la ansiedad entre otras emociones valoradas como negativas. Los alimentos ricos en grasas, azúcar y sal son grandes liberadores de dopamina y con mucha frecuencia se observa como personas buscan este estímulo para calmarse.
La obesidad también puede responder a problemas psicológicos más profundos como el abandono o el abuso.
Lo primero que tiene que aprender un paciente es desde qué lugar come, cuáles son las emociones o circunstancias que hacen que comience a comer sin control.
Siempre hay que aclarar que todas las personas comemos por señales que son emocionales, hedónicas, socioculturales, pero si la persona no tiene un problema de conducta alimentaria mantiene un equilibrio, un día puede comer por emociones, o de forma hedónica, pero al otro día regresara a comer según sus requerimientos. El problema es cuando una señal condicionada rompe el equilibrio entre las señales y comen con mucha frecuencia desde una señal y eso constituye un problema conducta alimentaria.
En algunos casos, buscar apoyo psicológico puede ser de gran ayuda para abordar los problemas emocionales que pueden estar contribuyendo a la obesidad o a los trastornos de la alimentación. "El acto de poner en palabras las circunstancias o sentimientos que generan una compulsión alimentaria ya es terapéutico".
El acto de comer tiene algo muy simbólico que es tapar; tapar con comida emociones, angustias entre otras cosas, si la persona logra verbalizar y contactar con un dolor es el primer paso para que deje de repetir esa conducta que le genera daño.
"El estrés y la ansiedad pueden desencadenar una serie de respuestas fisiológicas que nos llevan a comer en exceso o a elegir alimentos poco saludables". Conocer cuáles son las emociones que generan esa compulsión alimentaria es el primer paso, si la persona se conoce puede gestionarlas y no comer desde ese lugar.
Manejo del estrés:
- Practicar técnicas de relajación: La meditación, mindfulness, yoga, taichi son herramientas efectivas para reducir el estrés y la ansiedad.
- Si reconoces que vas a comer por estrés o emociones negativas, lo primero es no hacerlo: Si se repite la conducta emoción – comer, el cerebro la va a reafirmar. técnicas simples como respiración profunda mojarse la cara con agua fría, salir a caminar o realizar otra actividad que te aleje del acto de comer puede hacer que frenes el impulso.
- Hacer ejercicio regularmente: La actividad física ayuda a liberar endorfinas, hormonas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.
- Dormir lo suficiente: Un sueño reparador es esencial para la regulación hormonal y el manejo del estrés.
- Establecer límites: Aprender a decir "no" y a priorizar tus necesidades puede ayudarte a reducir el estrés y a mejorar tu bienestar emocional.
El Dr. Sande destaca la importancia de abordar la obesidad desde una perspectiva integral, teniendo en cuenta tanto los aspectos físicos como los emocionales. "Al aprender a gestionar nuestras emociones y a cultivar una relación sana con nosotros mismos, podemos alcanzar un peso saludable y disfrutar de una vida más plena y feliz", concluye.
Para obtener más información sobre el Dr. Leonardo Sande, su clínica y sus programas para combatir la obesidad, puede visitar su sitio web www.clinicasande.com.uy, llamar al teléfono (+598) 98 275 020 o escribir a contacto@clinicasande.com.uy. También puede seguir al Dr. Sande en Instagram @drleonardosande para mantenerse al día con las últimas novedades y consejos sobre salud y bienestar.
por CEDOC
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