Friday 29 de March, 2024

PERSONAJES | 27-02-2017 00:00

Susana Giménez: “Me hubiera gustado trabajar en Hollywood”

La diva de los teléfonos hace un repaso por su vida en diálogo con Ismael Cala. Reencarnación, soledad y prejuicios por la política.

Es una de las conductoras más queridas de la tevé argentina. Y en los casi 30 años de su programa pasaron todo tipo de figuras. Sin embargo, para Susana Giménez, su invitado más significativo fue el Dalai Dama. “Cuando me recibió, yo empecé a llorar, y casi nunca lo hago. Empecé a llorar y no podía parar”, relata. Además, la diva confiesa que no se arrepiente de nada, y que en su vida ha aprendido de los fracasos.

Ismael Cala: Estoy con una mujer que supera las expectativas y es considerada la diva de divas en Latinoamérica. Gracias a su sinceridad, carisma y espontaneidad, logró posicionarse como la más poderosa de la televisión hispanoamericana. ¡Bienvenida, Susana Giménez!

Susana Giménez: ¡Gracias por todas esas cosas que dijiste!

CALA: Comencemos hablando de lo que ha hecho por tanto tiempo: televisión. "Hola Susana" comenzó en 1987…

Giménez: Sí, en abril del 87. Hacer lo que a uno le gusta es fantástico y si te va bien, es doblemente fantástico. Pero, también, es como ser un prisionero porque con un show diario no puedes viajar, ni nada.

CALA: De todas las películas que hiciste, ¿cuál recuerda con mayor cariño?

Giménez: "La Mary" porque es una película icónica y porque fue la única dramática que hice. Lo demás fue comedias.

CALA: Sobre su revista: ¿fue un sueño o alguien te dijo que la hicieras?

Giménez: Durante muchos años me lo propusieron y siempre decía que no, porque tenía el programa diario. Llegado el momento, dije que sí. Me dedico mucho a eso y mi personalidad se refleja ahí. Todo tiene un momento en la vida.

CALA: ¡Entrevistó a muchas personas! Tengo una lista de nombres como Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Woody Allen, Antonio Banderas, Ricky Martin, Gloria Estefan ¡y el Dalai Lama!

Giménez: ¡Fue maravilloso! Conocí al Dalai Dama en India. Tuve el honor de que me recibiera y, luego, lo recibí en Argentina. Me dio una hora de entrevista.

CALA: ¿Le pareció ser el líder espiritual que representa?

Giménez: Sí. Cuando me recibió, yo empecé a llorar, y casi nunca lo hago. Empecé a llorar y no podía parar. Le agarraba la mano mientras me calmaba. Luego, él me dio paz, me regaló sus libros y me dio una tarjeta para cuando quiera ir a Dharmala, el pueblo donde vive. ¡Fue mágico! Se produjo simpatía.

CALA: Hablando de temas espirituales, ¿en qué cree? ¿Cree en la reencarnación?

Giménez: Sí, creo que la vida no puede ser tan corta y dramática para tanta gente. Tiene que haber algo después. Creo que uno reencarna según lo que hizo: si fuiste bueno, reencarnas en una persona buena y si fuiste malo, puedes tener un castigo.

CALA: ¿Cree que se nace con suerte o que esta se hace?

Giménez: Es un poquito de las dos cosas. Uno tiene que poner energía y Dios te ayuda. Creo en la energía positiva y en que uno puede lograr lo que quiere con sacrificio y profesionalismo.

CALA: Escuché en una entrevista que es una persona de instintos. ¿Qué le dicen esos instintos?

Giménez: Me dicen lo que tengo y lo que no tengo que hacer. Sobre todo, cuando empecé, me regía por mis instintos, después me volví más profesional.

CALA: Yo digo que, si tiene instintos, le han fallado en el amor… Giménez: Los tengo todos para el trabajo, por eso me va tan bien. En el amor, no. Tampoco me quejo, porque la pasé muy bien, he amado mucho, me han amado mucho y estoy contenta y feliz. Disfruto totalmente la soltería.

CALA: Pero, ¿cómo una mujer como usted puede estar tan contenta sola?

Giménez: Estoy contenta, estoy feliz, siempre repito lo mismo. La verdad es que nadie me engaña, me hace llorar, me roba, me pide plata, ni quiere colgarse de mí. Yo estoy feliz. Veo a mis amigas que están llorando porque las engañó el marido, todo es un drama. Ya he vivido bastante y digo que la fidelidad no existe en realidad. Somos muy egoístas, queremos una persona para nosotros solos siempre. Los hindúes y jefes espirituales dicen que la fidelidad no existe, sino que para nosotros es muy difícil comprenderlo.

CALA: En cuanto a su faceta como madre, en algún lado leí que se sintió sobreprotectora y disciplinaria.

Giménez: Más que sobreprotectora, rígida. Le puse muchos límites y, por suerte, tengo una hija educada y amorosa, que es una bendición de Dios. Ahora los padres no les ponen límites a los hijos, como si les tuvieran miedo. Pero yo a Mercedes le puse siempre mucho límite y, por suerte, me salió muy buena hija.

CALA: En su historia, está el augurio de una bruja que dijo que usted sería la mujer más famosa de Argentina, pero no le creyó…

Giménez: No, ¡cómo le iba a creer! Yo no me dedicaba a esto. Trabajaba en una fábrica de mi padre, en donde me tenían por lástima y siempre llegaba tarde. Quise verla cuando se empezaron a cumplir todas las cosas, pero se había muerto. Fue muy impresionante, yo no me olvido.

CALA: Varias veces he leído que Susana Giménez es la Oprah Winfrey latinoamericana. No creo que

las comparaciones sean malas. Pero, ¿usted qué siente cuando escucha que alguien se lo dice?

Giménez: Oprah es una institución. Yo siento un honor muy grande cuando me dicen eso. Pero creo que lo que tenemos en común es que Oprah, Cristina Saralegui y yo nacimos el 29 de enero.

CALA: Me llama la atención su vida porque sé que el dinero le hizo pasar mucho trabajo. Había meses en los que se sentía ahogada para pagar la renta. ¿Qué sintió Susana Giménez cuando vio el primer millón de dólares en su cuenta del banco?

Giménez: Una alegría inmensa y, aparte, una protección. Yo siempre he estado muy sola y ya no tuve que depender de nadie, porque tenía mi propio dinero. Me sentía protegida y dueña de todo.

CALA: Me dicen que haces mucha beneficencia de manera anónima. Ayuda a mucha gente que lo necesita, sobre todo, personas mayores del gremio que ya nadie emplea.

Giménez: Es lo que hay que hacer. Tengo que devolver un poco de lo que Dios me da. Nunca lo digo porque queda feo. Mi abuela me enseñó que si das, no tenés que decir qué das, vos sólo lo das. El placer es dar y todo lo que decía mi abuela lo cumplo.

CALA: Susana, ¿y la política? Porque todo lo que dice levanta revuelo. ¿Sería presidenta de Argentina?

Giménez: ¡No, nunca! A mí me gusta que la gente me ame, no me que me odie. Uno se mete en la política y la mitad de la población te quiere y la mitad te odia, inmediatamente. Además, no estoy preparada para eso. Me interesa la parte benéfica, pero la política no podría.

CALA: ¿De qué se arrepiente en la vida?

Giménez: No me arrepiento de mucho. Creo que en la vida todo tiene un porqué y que uno va aprendiendo. Uno aprende también de los fracasos, de la tristeza y del dolor. Todo sirve para crecer, entonces no me arrepiento de nada. He tenido una vida divertidísima, fantástica, alegre y llena de cosas muy lindas. ¡Estoy muy feliz!

CALA: No sé qué se habrá propuesto en la vida, que no haya conseguido…

Giménez: Con suerte, he conseguido casi todo. Me hubiera gustado trabajar en Hollywood pero, en la época en la que yo empecé, no había la conexión que ahora hay en el mundo globalizado, donde todo es mucho más fácil.

Ismael Cala

@cala

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