Estamos habituados al estilo carente de diplomacia de Hebe de Bonafini. El mismo espíritu que la convirtió en una mujer dura frente a la última dictadura militar pareció quedar fuera de foco durante la democracia. Sin embargo, tras la publicación de una carta escrita por una maestra de Oberá, Misiones, en la cual la docente dice que ya no puede defenderla delante de sus alumnos por sus comentarios antidemocráticos, el archivo rescata otra polémica de la titular de Madres de Plaza de Mayo en un ámbito escolar. Ocurrió el 22 de agosto del año 2000 en Trelew, provincia de Chubut, cuando Hebe de Bonafini, junto al poeta Vicente Zito Lema y otros miembros de Madres de Plaza de Mayo, participaron de un acto en homenaje a las víctimas de la masacre de Trelew de 1972. Según los registros de la época, la presidenta de Madres habría comenzado su discurso ante los alumnos secundarios llamándolos “mis queridos guerrilleros”. Para aclarar que no se trataba de un lapsus, Hebe aclaró: “siempre saludo así a los chicos. Guerrilleros es una palabra dulce, que lamentablemente se dejó de utilizar. Es un mensaje de esperanza”.
El escándalo fue tal que la por entonces ministro de Educación de Chubut, Graciela Albertella, denunció apología del delito. Según las declaraciones de Hebe a Página/12 las cosas no fueron tan así: “Yo no les dije guerrilleros a los chicos, sino en referencia a los héroes asesinados en Trelew”.
Fiel a su estilo, Bonafini desvió la atención de la prensa al anunciar que enviaría una carta al ministro de Educación de la Nación (Juan Llach) “para decirle que ella es peor que él y que no puede ser ministra de Educación sino carcelera”. ¿El motivo del enojo con la ministro provincial? Un sumario administrativo iniciado a una vicedirectora...
Galería de imágenes
Comentarios