Julieta Cayetina es inquieta. O cíclica, como a ella le justa definirlo. Ni bien salió del secundario comenzó la carrera de Medicina que abandonó a los seis años para dedicarse al rol de movilera en el programa radial “Perros de la calle”, donde trabajó junto a su hermano Nicolás “Cayetano” Cajg, y de donde le quedó el mismo sobrenombre en versión femenina. Aunque no reniega de eso: “Fue puesto con tanto amor que me gusta tenerlo presente”, dice la actriz, que luego de probar en radio se hizo su propio camino y desembocó en tevé en “RSM”, con Mariana Fabbiani y Humberto Tortonese. Aunque detrás de todos estos proyectos, y en medio de una crisis debido a tanta exposición, se planteó dedicarse al teatro, su verdadera pasión.
Desde el 2016 forma parte del elenco de “Confesiones de mujeres de 30” junto a Tamara Pettinato y Sofía Gala. Además se puso en la piel de Frida Kahlo en la obra “Ser ellas”, y trabaja en “La fiesta del viejo”. “Soy un poco cíclica. Duro seis años en los proyectos: hice Medicina seis años. Y al sexto año de “Perros” decidí renunciar”, confiesa Cayetina.
Noticias: ¿Cómo se dio el traspaso de la medicina al teatro?
Julieta Cajg: Toda mi vida estudié teatro, es mi pasión. A los veinte me metí en el sitio de Alternativa Teatral y mandé un material para un personaje secundario y terminé quedando en el papel principal. Mi hermano se lo comentó a Andy (Kusnetzoff) y me invitaron al programa para hablar de teatro. A los pocos meses, él me llamó en vivo, muy “Perros de la calle”, para decirme que quería que sea la nueva movilera del programa.
Noticias: ¿La radio la sedujo?
Cajg: Tanto la radio como el teatro eran mundos ajenos totalmente. Mi mamá es contadora, mi papá comerciante. Para mí la gente normal no trabajaba de eso. Y cuando todo se empezó a concretar se me abrió un panorama, un mundo. Lo primero que me pasó fue que me agarraron ataques de pánico, durante varios años estuve descolocada. Fue muy fuerte al principio, después lo fui tratando pero fue una sensación de angustia de no saber qué hacer con todo esto que se me abría como posible.
Noticias: ¿Por eso decidió dejar el programa?
Cajg: No, hacía ya tres años que no me tomaba vacaciones. El mes que me correspondía aprovechaba para trabajar en otras cosas. Así que decidí dejar algunas cosas y enfocarme en el teatro.
Noticias: ¿Siempre fue lo suyo?
Cajg: Yo iba a ver las obras de Héctor Presa y me volvía loca. Este año me quise empezar a enfocar en otras patas del teatro. Cuando estoy haciendo teatro, me cuesta mucho ser sólo actriz. Miro las luces, el vestuario, la producción, las entradas…
Noticias: Todo eso lo aglutina un director, ¿se ve como tal?
Cajg: ¡Justamente! En marzo empecé a ensayar una obra como directora. Y por otro lado estoy escribiendo una obra, aunque siento que me falta poética, soy muy directa. Es sobre la historia de mi abuela. Me gusta mucho el biodrama y lo autobiográfico. De chica habré leído más de 30 biografías de mujeres.
Noticias: ¿Le gusta escribir?
Cajg: Tengo una necesidad todo el tiempo de sacar para afuera, soy muy emocional. O hablo con alguien, o voy a terapia, o lloro, o escribo, o dirijo.
Noticias: En la obra “Confesiones de mujeres de 30” hablan mucho sobre los mandatos culturales, las exigencias sociales que sufren las mujeres, ¿cómo los maneja en su vida?
Cajg: Son difíciles sobre todo a medida que voy cumpliendo años. Estoy criada en una familia judía de clase media de Villa Crespo, de Atlanta, todo el combo. Por ejemplo, estaba en la casa de mi abuela y la llama su mejor amiga para preguntarme cuándo le iba a dar bisnietos. No me hablan de otra cosa. Tuve agarradas fuertes con mi mamá por el tema. En una época me enojaba y empecé a entender que no puedo pretender cambiarlos. Y realmente tener hijos hoy no es una prioridad.
Noticias: En muchas de las obras en las que participó tienen en el título la palabra mujer o algo relacionado a lo femenino. ¿Es una casualidad o le parece que usted representa una especie de modelo?
Cajg: Es cierto pero no es lo que busco. Es más una mirada de afuera que interna. Formé parte de muchos elencos enteramente femeninos, en un punto está buenísimo ser parte de eso pero como cualquier actor no quiero quedarme en eso.
Noticias: ¿La ubican en el lugar de femme fatale?
Cajg: Por suerte ahora no tanto. Huyo de ese rol. He dicho que no a un montón de cosas. No me interesa nada.
Noticias: Hace tiempo dijo que podría ser mediática pero elige no serlo, ¿es así?
Cajg: No tengo nada para ofrecer. No voy a decir que económicamente no lo necesito porque puedo vivir mucho mejor. La tele además te da prensa, canjes, todo, pero no me interesa, no puedo ser parte de algo que no consumo y que no tengo nada para aportar. Mi abuela es la que me cuenta los chismes.
Noticias: ¿Siempre lo tuvo claro?
Cajg: Siempre. En “Perros de la calle” eso me costó muchísimo porque Andy me conoció por mi hermano. Y esa fue una de las razones por las que me abrí. Andy fue una gran ayuda y es un referente en mi vida a la hora de tener ese concepto claro. Al estar cerca de él durante años vi inmensas posibilidades de cosas que le ofrecían y decía que no porque hay límites que no se transan.
Noticias: ¿Qué actividades realiza para sentirse bien y relajarse?
Cajg: Psicólogo siempre. El otro día justo le comentaba que se me volvió un ritual volver a la noche, después de la función, cenar con una copa de vino y ver algo en Netflix. Por otro lado hago mucha gimnasia siempre. Me gusta tomar clases de todo, de tejido, acrobacia, danza aérea.
Noticias: Tiene una relación muy cercana con su hermano, ¿no?
Cajg: Tenemos un vínculo muy importante, de mucha amistad. Él siempre dice que sus hermanos son sus amigos. Es lindo tener alguien tan cercano dentro del medio para poder hablar, le consulto mucho, me descargo y él conmigo también. Si bien tenemos visiones distintas.
Noticias: Pero para los dos, los “atajos” están prohibidos en sus carreras…
Cajg: Pero él es mucho más estricto. Para él yo tomo un “atajo” porque uso Instagram. Las redes sociales hoy en día son parte del trabajo. Hay productores que más allá del talento si tenés el plus de un millón de seguidores obvio que les cierra más.
por Jazmín Carbonell
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