Roberto Cachanosky, uno de los economistas liberales más reconocidos de la Argentina, rompió definitivamente con el presidente Javier Milei, a quien supo apoyar durante sus inicios en la arena pública. En una entrevista reciente, Cachanosky dejó clara su distancia del gobierno libertario y cuestionó tanto el estilo de conducción como los resultados económicos. “Cuando ocupás un cargo público, no podés hacerte el chistoso”, señaló apuntando contra el tuitero El Gordo Dan, que había pedido en X que se encarcelara al economista por decreto. Y agregó sobre el mileismo: “El insulto es su manera de hacer política”.
Cachanosky fue durante años una referencia obligada dentro del pensamiento liberal argentino. Economista de formación clásica, se formó en la Universidad Católica Argentina y se consolidó como divulgador y analista desde los años 90, con una postura marcadamente crítica hacia el intervencionismo estatal. Durante la década pasada, fue una figura influyente entre sectores del liberalismo económico, incluso brindando apoyo a las primeras propuestas de Milei cuando irrumpió como outsider. Sin embargo, esa sintonía se quebró con el correr de los meses, y hoy la distancia es explícita.
“Sí, me siento intimidado, pero miedo no le tengo. Estos son todos guapos de teclado”, dijo Cachanosky en alusión a los ataques que recibió por parte del presidente y su entorno, en el marco de la escalada de Milei contra periodistas, economistas y figuras públicas que no adhieren plenamente a su línea.
En términos económicos, Cachanosky trazó un diagnóstico preocupante sobre la situación actual del país. Asegura que el Gobierno está priorizando variables financieras por sobre una estrategia real de crecimiento. “Acá no hubo un trabajo en la productividad que fortalezca el peso, sino financiero”, explicó. Y subrayó que en lugar de un proceso virtuoso, lo que se observa es una economía “que ha perdido 100.000 puestos de trabajo en el área formal”, incluyendo “23.000 empleos estatales”.
También cuestionó el supuesto descenso de la pobreza, que el oficialismo presenta como uno de sus logros. “La pobreza ‘baja’ por la forma en que se mide la pobreza en Argentina”, sentenció, dejando entrever que la caída es meramente estadística y no estructural.
Respecto del cepo cambiario, fue categórico: “El cepo se levantó para las personas, no para las empresas”, y advirtió que la inversión no llegará si no hay confianza real: “El incentivo tiene que ser muy grande para que yo como empresario suelte un dólar”.
En tono crítico también apuntó contra el periodismo que, según su visión, fue cómplice del ascenso de Milei al tratarlo con indulgencia mediática. “Esto, en parte, es culpa del periodismo. Le dejaron decir cualquier cosa por medio punto de rating”, afirmó en Delta 90.3. Finalmente, advirtió sobre la inestabilidad crónica de la economía argentina, que vuelve volátil cualquier proyección: “Todos sabemos que Argentina es muy volátil, si la inflación baja o no, depende de las elecciones”.
por R.N.
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