Por qué los pases del año ahora son en el streaming

Al igual que en el resto del mundo, en Argentina los canales de streaming experimentaron una explosión pospandemia y se convirtieron en una de las propuestas de entretenimiento preferidas, especialmente, de la audiencia más joven.

Lejos de los contenidos improvisados y transmisiones caseras de los comienzos, las diversas señales de streaming nacionales fueron profesionalizándose de manera exponencial hasta transformarse casi en canales de tevé, con la única diferencia de que se emiten por internet. Desde estudios con equipos de última generación hasta programación ocupando cada vez más horas del día, la competencia con la televisión por la audiencia se torna cada vez más pareja.

A tal punto que hasta el pionero de esta industria en el país, Mario Pergolini, creador de Vorterix, auguró que el streaming reemplazará a la tevé en unos años. Hoy por hoy, esta oferta de entretenimiento está siendo permeada por los códigos televisivos y, en vez de diferenciarse, se le asemeja cada vez más.

Propuestas

El lunes 11, Luzu TV y Olga, los dos canales de streaming con mayor cantidad de seguidores, presentaron sus programaciones de cara al 2024. Al igual que en la televisión, ambos coincidieron en el día, situación análoga a la que ocurre año a año cuando El Trece y Telefe, los dos competidores máximos por el rating, hacen un proceso similar y viven un “superlunes” en el cual ponen toda la carne al asador.

Pero la coincidencia en la fecha y el modo de presentación es solo una entre varias. Los contenidos creados en la tevé son, muchas veces, el tema principal de discusión en las propuestas virtuales. “Gran Hermano”, por ejemplo, es analizado por todos los programas de stream e incluso los ex participantes son habitués en todos ellos. República Z, el stream de la productora Kuarzo, la misma del reality, incluso tiene un programa conducido por Gastón Trezeguet en el cual se discute todo lo que ocurre en la casa más famosa del país.

Las remininscencias televisivas se encuentran también en las caras conocidas. Verónica Lozano, figura de Telefe, desembarcará este año en Olga, junto con otros personajes como el humorista Yayo Guridi, o Leandro Leunis en Luzu. El crecimiento del streaming es tal que una de las duplas más emblemáticas de la radio nacional, Elizabeth Vernaci y Humberto Tortonese, también llegarán a Olga. Diego Leuco y Luciana Geuna, hasta hace un año pareja de conductores de “Telenoche”, también son de las caras conocidas que se pueden ver por stream.

Gelatina y Blender, dos streams que apuntan a un contenido con mayor desarrollo periodístico, además del entretenimiento, tienen también en sus filas a periodistas cuya fama creció al calor de la tevé como, por ejemplo, Iván Schargrodsky y Clemente Cancela.

Más pro

La lógica de los diversos streams compitiendo mano a mano con la televisión y la radio con cada vez mayor fiereza se debe a cómo han cambiado estos medios virtuales. Lejos de ser sólo una cámara web y micrófonos genéricos, las diversas propuestas crecieron hasta contar con estudios y equipamiento similares a los que se usan en los medios tradicionales.

Olga, el proyecto de Miguel Granados junto con Luis y Bernarda Cella, hijos del histórico productor de Telefe, Luis Cella, cuenta con un estudio con 15 cámaras, más que la gran mayoría de los estudios televisivos. Luzu, por su parte, estrenó esta semana un estudio de más de 100 metros cuadrados. Así, los canales de streaming cuentan con estudios de última generación cuyo valor “supera los ocho dígitos”, según señalan quienes conocen el mercado.

De acuerdo a los sitios que calculan cuánto factura cada canal de YouTube o Twitch, las plataformas por las que se emiten los streams, los canales que llegan a 100 mil reproducciones diarias, sea en vivo o diferido, recaudan cerca de 500 dólares diarios sólo en YouTube.

A eso, hay que sumarle la monetización en Twitch y la de las redes sociales, uno de los puntos fuertes, donde los cortes de las emisiones acumulan millones de reproducciones. Los ingresos por publicidad son menores a los de un canal tradicional, pero eso se compensa con la plétora de oportunidades de facturación que brindan las redes y las nuevas tecnologías. Desde patrocinios a canajes, todo suma a la hora de recaudar.

Así, los canales de stream se parecen cada vez más a sus predecesores, las tradicionales señales de televisión, que, lejos de estar en vías de extinción, incluso siguen aportando el contenido que luego llena las horas de streaming. A pesar de presentarse como algo diferente e innovador, la nueva propuesta artística que cautiva a la audiencia no puede negar sus similitudes con la tevé.