Saturday 14 de December, 2024

MUNDO | 27-06-2024 10:14

Bolivia: claves para entender el intento de golpe

El rol de Zuñiga y una rama del ejército. La posición de Evo Morales. Espionaje, narcotráfico e intrigas de palacio.

La rebelión duró sólo unas pocas horas, pero como resultado, los militares implicados podrían enfrentar hasta 20 años de prisión. Liderados por el general Juan José Zúñiga, quien había sido pasado a retiro a principios de semana, una rama del ejército se sublevó e intentó tomar el control del gobierno, marchando con tropas y tanques para tomar por asalto el palacio presidencial en La Paz.

“Vamos a recuperar esta patria”, había declamado Zúñiga en medio del golpe, que fue rápidamente cancelado cuando el presidente Luis Arce llamó al público y a los nuevos líderes militares a defender la democracia.

Intento de golpe de Estado en Bolivia

“Al pueblo boliviano y a toda la comunidad internacional, nuestro país enfrenta hoy un intento de golpe de Estado”, gritó Arce en cadena nacional. “Soy su capitán y le ordeno que retire a sus soldados y no permitiré esta insubordinación”, le dijo el Presidente a Zúñiga en un pasillo de palacio, dramática escena transmitida por la televisión boliviana.

Intento de golpe de Estado en Bolivia

Los soldados que obedecían a Zúñiga se retiraron, el general fue arrestado por la policía, y miles de partidarios de Arce invadieron la Plaza Murillo, frente al Palacio Quemado (sede del Gobierno), para apoyar al presidente.

¿Quién es Zúñiga?

Juan José Zúñiga Macías, oficial militar de carrera con un pasado controvertido, fue nombrado comandante general del ejército boliviano por el presidente Arce en noviembre de 2022, pero fue retenido en su cargo en enero, cuando Arce barajó a otros comandantes.

Zúñiga, general de brigada y ex jefe del Estado Mayor General, era más conocido por sus habilidades de inteligencia que militares, según el sitio de noticias boliviano Urgente.bo. Y de acuerdo con el periódico boliviano el Deber, también cultivó una reputación como “general del pueblo” al formar estrechos vínculos con movimientos sociales y sindicatos mineros.

Intento de golpe de Estado en Bolivia

Zúñiga ya había enfrentado acusaciones de irregularidades mucho antes de este intento de golpe. Un informe militar de 2013 daba cuenta de que el entonces jefe de un regimiento de infantería, había malversado 2,7 millones de bolivianos (alrededor de 400.000 dólares) de fondos públicos destinados a pensiones, vales escolares y gastos de viajes militares. Y el informe daba cuenta de que Zúñiga estaba involucrado en el tráfico de drogas.

En 2022, Zúñiga fue acusado por el expresidente Evo Morales de liderar un grupo secreto y poderoso dentro del ejército, llamado los “Pachajchos”, que monitorea a los líderes de la producción de coca y a sus opositores políticos. Morales alegó que el grupo tenía un “plan oscuro” para eliminarlo. Y el propio Zúñiga reconoció la existencia del grupo, aunque negó las acusaciones de Morales sobre su funcionamiento, aduciendo que sólo que tenía tareas de inteligencia para evitar otro levantamiento como el que acabó con la salida de Evo Morales del poder. Paradoja que fuese él mismo quien encabezó el nuevo intento de golpe.

¿Por qué actuó Zúñiga?

A principios de esta semana, Zúñiga lanzó una serie de ataques políticos contra Morales, cuya alianza con Arce se ha fragmentado en los últimos meses, dejando al gobierno de Bolivia paralizado y a su partido político compartido, el Movimiento al Socialismo (MAS), está dividido en facciones. Morales, quien renunció a la presidencia en 2019 en medio de protestas contra sus esfuerzos por buscar un cuarto mandato, anunció su intención de desafiar a Arce en 2025 a pesar de que la Corte Constitucional del país no refrendó su candidatura.

Intento de golpe de Estado en Bolivia

En declaraciones televisivas el lunes, Zúñiga había dicho que Morales “ya no puede ser presidente de este país” y que estaría dispuesto a arrestar a Morales si lo intentara. Y agregó que no permitiría que la Constitución “sea pisoteada”. “Soy un soldado de honor que está dispuesto a ofrecer su vida por la defensa y unidad de la patria. Nuestra patria, una vez más, ha caído bajo la amenaza de enemigos internos y externos que buscan la división, la desestabilización y el odio entre los bolivianos, para apropiarse de los recursos naturales en beneficio de intereses mezquinos y grupos de poder que responden al caudillismo”, agregó Zúñiga. A lo que Morales contestó: “nuestra democracia está cada vez más en peligro”.

Intento de golpe de Estado en Bolivia

El general buscó acabar la disputa por la fuerza, argumentando haber “escuchado el clamor del pueblo”. “Desde hace muchos años una élite ha tomado el control del país” y los políticos están “destruyendo el país: miren en qué situación estamos, en qué crisis nos han dejado”, siguió, dispuesto a formar un gobierno de facto.

Pero el presidente Arce pudo probar tener el control de una porción más amplia de las fuerzas armadas y el reemplazo de Zúñiga, José Wilson Sánchez, ordenó a los soldados en la plaza que regresaran a sus cuarteles.

¿Qué pasará con Zúñiga?

Cuando era evidente que su golpe iba a fracasar, Zúñiga afirmó ante los periodistas que el propio Arce había ordenado el asalto al palacio presidencial en un intento de montar un teatro político en medio de sus tensiones con Morales: “El Presidente me dijo: ‘La situación es muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo para aumentar mi popularidad’”. Y aseguró que Arce le ordenó sacar los tanques.

Intento de golpe de Estado en Bolivia

Iván Lima, ministro de Justicia de Bolivia, aseguró en X que Zúñiga “miente y busca justificarse en una decisión que es suya”. Y adelantó que los fiscales emprenderán acciones penales contra Zúñiga por “participar en un levantamiento armado contra la seguridad y la soberanía del estado, seducir a las tropas para que cometan sedición, y atacar al presidente y otros dignatarios del estado”. Delitos que llevarían una pena máxima de hasta 20 años de prisión.

Intento de golpe de Estado en Bolivia

El fallido intento de golpe de Zúñiga fue en tanto condenado por decenas de gobiernos internacionales, especialmente en América Latina, así como por líderes bolivianos de todo el espectro, desde Morales hasta la ex presidenta Jeanine Áñez, quien dijo en una publicación en X que el MAS sólo debería ser depuesto “mediante la votación en 2025”.

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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