Monday 2 de December, 2024

MUNDO | 27-06-2024 06:52

Debate entre Trump y Biden: una campaña en el barro

La justicia tiene a Trump contra las cuerdas. Biden salpicado por los escándalos del hijo. Duelo presidencial lleno de polémicas.

La justicia estadounidense tiene a Donald Trump contra las cuerdas. Y de allí que los republicanos fieles a Trump agiten la bandera de la proscripción. Por eso, la decisión de la Casa Blanca y la campaña de Joe Biden, quien va por la reelección, han sido la de no usar los problemas judiciales de su predecesor, para evitar refrendar el discurso de víctima del magnate y validar el estar interfiriendo y direccionando el trabajo del Departamento de Justicia. Algo que ya se instaló en buena parte de los medios norteamericanos a partir del acalorado discurso del ala más radical de los republicanos.

Trump es el gran favorito de cara a las elecciones de noviembre tras haber arrasado en la interna republicana: obtuvo alrededor del cincuenta por ciento de los votos en las primarias, mientras que su competidor más cercano, Ron DeSantis, dio un paso al costado en favor de propio Trump, dejando sola a Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur, La estrategia de Trump, en contrate fue clara: jugará a ser la víctima para animar a su base. El equipo de Biden confiaba en que una condena de su rival -particularmente en el caso de los cargos de interferencia electoral e incitación a los disturbios del 6 de enero que derivaron en la toma del Capitolio- , alejara a los votantes independientes e indecisos que a menudo deciden las elecciones, y eso podría emparejar el escenario. 

Pero Biden tiene sus propios frentes de tormenta. Las huelgas sacudieron la economía el año pasado. El gasto público se ha incrementado, y el manejo de los frentes internacionales en Rusia y Medio Oriente ha sido flojo. Y el presidente carga con la condena de su hijo, Hunter Biden, quien  aceptó un acuerdo de culpabilidad por cargos relacionados con impuestos evadidos, lo que provocó aullidos de ira de los republicanos que afirmaron que el hijo del presidente había recibido un trato preferencial. 

Además, la investigación sobre el manejo de documentos clasificados por parte de Biden, después de su paso por la vicepresidencia, también sigue abierta. Los republicanos de la Cámara de Representantes dispararon su salva inicial el miércoles pasado en una nueva fase de su investigación sobre Hunter Biden. Los testimonios de Gary Shapley, del IRS, y Joseph Ziegler, dieron cuenta de una amplia intromisión de las autoridades federales en el caso contra Hunter Biden, incluido que el Departamento de Justicia, quien “atrasó su trabajo"  e informó a los abogados de Hunter Biden sobre las pistas que planeaban seguir.

Para los republicanos, está claro que el presidente presionó a Hacienda para minimizar el juicio contra su hijo Hunter, a quien denuncian además por abuso y trata de personas.  La diputada trumpista Marjorie Taylor Greene presentó pruebas de que el hijo del presidente estadounidense violó una ley que prohíbe transportar mujeres de un estado a otro para “propósitos inmorales”, y exhibió fotografías de Hunter (parte de un lote de 10 mil fotos que tiene el FBI) donde se lo ve teniendo sexo con distintas mujeres hasta en oficinas del Capitolio.  Algo que para la actual administración tiene un costo enorme, pues tira por tierra su hándicap moral y lo equipara al del rival. En un escenario en el que ambos presidentes se enfrentan nos solo entre ellos, pero también a la justicia por causas similares.

por R.N.

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