Es uno de los ensayos políticos del año. Valiente, incómodo, necesario. Lo escribió un historiador y filósofo español: Antonio De Diego, conferencista en Harvard, musulmán converso y director del portal Ver Islam. Se tomó dos años para indagar qué sucede cuando uno corre la cortina del extremismo religioso, y así descubrió un fenómeno impensado: “El populismo islámico”, título de su libro, entre los más vendidos en Amazon en su rubro.
Como todo remedio, la obra dentro de la comunidad islámica tiene un sabor necesariamente amargo. Pero profundamente transformador.
“Descubrí que la palabra extremismo estaba siendo demasiado utilizada, sin embargo en el mundo islámico, el extremismo no es tan masivo”, cuenta De Diego, rodeado de bibliotecas hasta el techo y memorabilia de Star Wars –su saga favorita-. “Lo que se da, a nivel popular, es el populismo al estilo de la ultra derecha y la ultra izquierda. Este fue el hallazgo de mi trabajo. Descubrí, que por ejemplo un extremista del Ku Kux Klan y un talibán convergen en el mismo punto: despojan su religión del valor espiritual y la convierten en una postura política impregnada de una idea de salvación”.
Noticias: ¿Entonces no existen diferencias entre un líder populista en Latinoamérica y un líder populista islámico?
De Diego: Pues, vamos, sí. Hay una fundamental: la gestión de lo divino y de lo espiritual. Pero más allá de eso, hay grandes similitudes. Pues ambos te prometen la salvación: uno puede ser la salvación de tu alma, y el otro el final de la lucha de clases. La retórica y la propaganda, son las mismas.
Noticias: Ahora bien, cuando mueren estos líderes populistas como en Libia o en Irak, las cosas fueron aún peor.
De Diego: Claro, porque las estructuras están tan arraigadas detrás de estos personajes autoritarios que controlan realidades complejas de pequeñas tribus, que cuando desparecen, todo se desmorona. Aparecen otros que intentan imitarle. Eso general caos. Y la nación se divide.
Noticias: ¿Le trajo problemas dentro de la comunidad islámica su libro?
De Diego: He tenido críticas. Pero lo normal. Es un ensayo de ciencia política. Pero me sorprendió la reacción de gente joven musulmana aquí en España que se sintieron muy conectados con el panorama desolador que describe mi libro. Porque ellos no encuentran su espacio en las mezquitas tomadas por estos grupos que responden a una visión de islam vaciada de espiritualidad.
Noticias: ¿Qué diferencias encuentra entre las grandes figuras del populismo islámico?
De Diego: Hay infinidad de personajes y cada uno atiende a lo que su pueblo le pide. En Irán, Komeini empleó el concepto del martirio y el resurgir frente a la idea imperial de Persia, para su discurso anti imperialista. En Libia, Gadafi fue un caso único: se sirvió del tribalismo y hasta fue un reflejo y tuvo alianzas con líderes tercermundistas en Latinoamérica. Cada uno atiende al contexto en el que nace. Mismo método, distinta fachada. El populismo islámico es un avance de la estética frente a la ética que se difundió en gran parte del mundo musulmán desde Marruecos a Indonesia, pasando por Turquía. Es el sonado triunfo del “hijab (velo) de Estado” sobre la libertad.
Noticias: En Occidente, estamos cansados de hablar de fake news. Pero en su libro subraya que, en el mundo islámico, el problema es el fake ilm. ¿De qué se trata?
De Diego: El “fake ilm” es un conocimiento falso que se sirve de la religión para justificar acciones geopolíticas. Y estas acciones se expanden dentro del populismo a través de la propaganda.
Noticias: ¿Por qué la palabra sharia, ley islámica, tiene tan mala fama en Occidente?
De Diego: Porque no se entiende. Sharia en árabe, significa calle. Alguna gente la considera más como un código penal, que una calle, donde lo que debería hacer, es facilitarte la vida. Hay que hacer un trabajo casi arqueológico para ver cómo también, en países islámicos, la sharia se convirtió en herramienta política.
Noticias: ¿Por qué el islam en su momento fue pionero en universidades, ciencias y demás y ahora, para muchos, es sinónimo de atraso?
De Diego: El islam nace en un mundo globalizado de la antigüedad tardía. El islam nace en un cruce de civilizaciones mientras el mundo greco latino se apagaba. Y nace en el eje de Oriente, entre China, Asia Central, India. Y todo empieza a girar en torno a Damasco. Cuando los musulmanes llegan, asumen la idea de ser ciudadanos del mundo como los romanos. El profeta Muhammad decía que hay que buscar el conocimiento hasta en China. Y así surge la edad de oro del conocimiento islámico. El problema vino cuando quisieron adaptar mecanismos de la modernidad europea, y eso generó una esquizofrenia cultural y política.
Noticias: ¿Qué opina de que la revista satírica Charlie Hebdo, en Francia, vuelva a sacar las polémicas caricaturas del Profeta Muhammad?
De Diego: Es un tema muy complejo pues, va unido al debate de la libertad de conciencia. Depende de la construcción política que haya en tu país. En un país republicano y laico como, Francia hasta Macron dice que hay derecho a blasfemar. Aquí se respeta al sujeto por encima de la nación. El problema fue que, en la comunidad islámica, este episodio se usó como fines político. Y Daesh, por ejemplo lo usó con fines propagandísticos.
Noticias: En su libro señala que el populismo secuestró la espiritualidad. ¿Cómo es eso?
De Diego: Para imponer su idea de islam político, el populismo se vio en la necesidad de secuestrar la espiritualidad. Una visión tradicional de maestro a discípulo que tiene un componente liberador para aquellos que lo practican. Y esto, para un líder populista es una amenaza. El verdadero islam, el que se funda en la espiritualidad del Profeta Muhammad, se articula en torno a los conceptos de justicia, misericordia, consenso y bien común, conceptos que los populismos no son capaces de comprender ni aceptar.
Noticias: ¿Es cierto que existió un edicto religioso, una fatwa, para acabar con Mickey Mouse?
De Diego: Así es. Lo pronunció el titular de una web visitada sobre islam con 300 mil visitas diarias. Y se basó en otra fatwa que asociaba a los ratones como ayudantes del demonio. Este es un típico caso de fake ilm. El problema es cuando estas fatwas se usan para justificar la mutilación genital femenina. Para defender la esclavitud. O destruir la democracia. Esto causa un gran impacto cuando lo dice un señor con barba y gran turbante. “Si lo dice él”, concluye la gente, “debe ser verdadero”. Y ahí empiezan los dolores de cabeza.
por Cicco
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