El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado durante un ataque, confirmó en la madrugada de hoy, el primer ministro interino del país, Claude Josephen. La casa del presidente en Puerto Príncipe, la capital del país, fue asaltada por hombres armados no identificados a la 1am hora local (05:00 GMT), y la primera dama Martine Moïse también resultó herida en el ataque.
"Se habían tomado todas las medidas para garantizar la permanencia del estado", remarcó Joseph que relató que el presidente recibió un disparo mortal en un "acto atroz, inhumano y bárbaro" y pidió al público que mantenga la calma.
Jovenel Moïse, de 53 años, estaba en el poder desde febrero de 2017, luego de que su predecesor, Michel Martelly, renunciara. Y su mandato no fue sencillo: enfrentó acusaciones de corrupción y fue desafiado por oleadas de protestas antigubernamentales a menudo violentas.
Hubo protestas generalizadas en Puerto Príncipe y otras ciudades a principios de este año, en las que exigían su renuncia, mientras que Moïse buscaba perpetuarse y la reforma de la constitución: la oposición haitiana reclamaba que el mandato de cinco años de Moïse había terminado el 7 de febrero de 2021, cinco años después de que Martelly dimitiera.
Sin embargo, Moïse insistió en que tenía un año más de servicio, ya que no asumió el cargo hasta el 7 de febrero de 2017. Y la prorroga de un año fue motivo de denuncias en su contra. Y en febrero, el día en que sus oponentes pedían que su mandato terminara, expresó que se había frustrado un "golpe de estado para derrocar a su gobierno y asesinarlo".
“No soy un dictador. Mi mandato termina el 7 de febrero de 2022”, insistió el presidente mientras anunciaban la detención de más de 20 personas, acusados de urdir un complot para derrocarlo. En la lista destacaban un juez del Tribunal Supremo y el inspector general de la policía de Haití.
Y Moïse gobernó los últimos meses por decreto, tras suspender también a dos tercios del Senado, a toda la Cámara de Diputados, y a todos los alcaldes del país. Moïse pretendía ampliar sus poderes presidenciales cambiando la Constitución del país. Mientras tanto, el hambre, la pobreza y los cortes de luz diarios, siguen hundiendo a Haiti, el país más pobre del hemisferio occidental.
por R.N.
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