Friday 29 de March, 2024

MUNDO | 18-07-2021 00:05

Jugando con fuego: saltan alarmas en Japón a días de los Juegos Olímpicos

El 70% de los japoneses se oponen a la competencia olímpica, y sólo el 16,8% de la población tiene dos dosis.

A días del inicio de los Juegos Olímpicos, previsto para el 23 de julio, se entienden en Tokio y distritos vecinos donde tendrá lugar la competencia, las prohibiciones de espectadores debido al aumento de los contagios por coronavirus. Los organizadores y el COI a principios de la semana pasada restringieron a todos los fanáticos la entrada a la mayoría de las sedes olímpicas, aunque inicialmente se había habilitado una asistencia limitada. Y el público extranjero fue recortado hace meses. Así, no habrá gente en las tribunas de Fukushima (en el noreste de Japón) ni en el Sapporo Dome de Hokkaido.

Testeos y protestas

Pocos atletas de los más de 11.000 que llegaron a Tokio para los Juegos (junto con decenas de miles de personal de apoyo, jueces, funcionarios, medios de comunicación y locutores) han dado positivo. Pero el presidente del COI, Thomas Bach, se mostró preocupado por las protestas antiolímpicas que se dieron frente al hotel donde se aisló tras llegar a Tokio, cumpliendo con los protocolos locales, que se reforzaron tras la explosión de una nueva ola con la variante Delta, golpeando a buena parte del Sudeste Asiático.

Las encuestas han demostrado que entre el 70 y el 80% de los japoneses se oponen a la celebración de los Juegos Olímpicos. Y Tokio registra 950 contagios diarios, una cifra comparable a las porteñas con cuatro veces más población. Japón acumula además unos 15.000 muertos por COVID-19, con una población de 126 millones y el 16,8% de la población completamente vacunada: la pandemia no ha sido tan grave en la isla, pero los japoneses entienden que el país no ha sido tan efectivo como otros de sus vecinos asiáticos.

Vecinos y Delta

Varios países de la región están experimentando sus primeras oleadas importantes del coronavirus. Y se apresuran a imponer restricciones. Tailandia informó un número récord de nuevas muertes el jueves pasado con 75, y siguió en esa línea el viernes con 72. Corea del Sur estableció un nuevos récord de casos el viernes con 1.316 infecciones, según la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades.

E Indonesia está experimentando un aumento de contagios que hace que los hospitales rechacen a los pacientes y se agoten los suministros de oxígeno. De los 317.506 casos confirmados de Tailandia, y las 2.534 muertes desde que comenzó la pandemia, más del 90% han ocurrido desde principios de abril. El primer ministro Prayuth Chan-ocha reconoció el error de permitir que las personas viajen para el festival Songkran, el Año Nuevo tailandés en abril.

En toda Asia y el Pacífico, las tasas de inmunización se han rezagado por problemas de producción y distribución, así como una actitud inicial de esperar y ver cómo evolucionaba la vacunación en el resto del mundo. En Corea del Sur, la escasez de suministros de vacunas ha dejado al 70% de la población esperando su primera dosis.

En cuarentena

 Ningún país ha sido más afectado en la región que Indonesia. Los expertos en salud marcan que la cuarentena parcial impuesta el 3 de julio llegó demasiado tarde. La variante Delta ya tomó las islas de Java, Bali y otras ciudades en la isla de Sumatra, y pronto comenzará a extenderse por el vasto archipiélago. En la cercana Malasia, los casos continúan disparándose: el viernes se informó un récord de 9.180 contagios.

Y menos del 10% de la población está vacunada, por lo que las restricciones impuestas el 1 de junio seguirán imperando: lo que agrava las dificultades económicas, con decenas de empresas obligadas a cerrar y miles perdiendo sus puestos de trabajo. Lo mismo vale para Vietnam, que bloqueó la ciudad de Ho Chi Minh, la metrópolis más grande del país y su centro económico y financiero, durante dos semanas. "Es una decisión difícil cerrar la ciudad, pero es necesario frenar la pandemia y volver a la normalidad", marcó el primer ministro Pham Minh Chinh. Actualmente, alrededor del 4% de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna, aunque el Ministerio de Salud promete inocular al 70% de los 96 millones de habitantes para fin de año.

Balance económico

Corea, ampliamente elogiada por su respuesta inicial a la pandemia (que incluyó pruebas exhaustivas y rastreo de contactos), decidió aliviar el distanciamiento social debido a las preocupaciones económicas. Mismas razones por las que Japón decidió mantener en pie los Juegos Olímpicos: el estado invirtió además 15.400 millones de dólares solamente en el nuevo estadio nacional de Tokio, un récord incluso para los presupuestos olímpicos que ya de por si suelen estar inflados respecto de sus utilidades posteriores. Si no se realizaba la competencia, ese dinero se habría malgastado.

Además, el Comité Olímpico Internacional, que organiza los Juegos, debería devolver el adelanto por los derechos televisivos: 4000 millones de dólares, cifra que representa más del 70% de lo que recauda el COI. Los sponsors aportan otros 1100 millones, parte de lo cual ya ha sido cobrado. El COI explica que 549 millones de dólares de lo recaudado con los JJOO son destinados para apoyar a los comités olímpicos nacionales, incluido el argentino.

Una suspensión hubiese perjudicado notablemente a los 15.500 atletas que dependen de esos organismos, que deberían haber suspendido y reprogramado sus agendas deportivas, con un gran impacto económico para ellos y los 200 países que participan.

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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