El presidente Luiz Inácio Lula da Silva respaldó públicamente una de las mayores inversiones privadas del año en Brasil: la del gigante argentino Mercado Libre, fundado y liderado por Marcos Galperín. La empresa anunció que destinará 34.000 millones de reales (unos 6.700 millones de dólares) a su operación en el país durante 2025, un 48% más que el año anterior.
El anuncio fue realizado este lunes (7) por Fernando Yunes, presidente de la operación brasileña de Mercado Libre, durante una visita de Lula al centro de distribución de la empresa en Cajamar (Gran São Paulo). Acompañado por los ministros Fernando Haddad (Hacienda) y Luiz Marinho (Trabajo), el mandatario celebró la expansión de una compañía extranjera que hoy lidera el comercio electrónico en Brasil y se consolida como actor clave en la logística, el crédito digital y el consumo.
Según Yunes, la operación creará 14.000 nuevos empleos y elevará el número total de trabajadores en el país a 50.000, más del doble que en 2023. Solo en 2024, el 55% de los ingresos totales del grupo provinieron del mercado brasileño, que se ha convertido en el motor económico del unicornio argentino.
Mercado Libre invertirá principalmente en logística, servicios financieros, tecnología, programas de fidelización y expansión de su red de distribución. De hecho, prevé cerrar el año con hasta 27 centros logísticos operativos, extendiendo su presencia más allá del sudeste brasileño. Actualmente, el 49% de los pedidos llegan en el mismo día o al siguiente, un indicador del nivel de desarrollo alcanzado por su infraestructura en el país.
“Pensamos a largo plazo. Este es un mercado extremadamente competitivo, con grandes jugadores nacionales, internacionales y especialmente asiáticos”, afirmó Yunes, quien minimizó el impacto de eventuales medidas proteccionistas como las impulsadas por el expresidente estadounidense Donald Trump.
Mercado Libre, que también controla el banco digital Mercado Pago y unidades como Mercado Ads y Mercado Envíos, ya supera los 100 millones de compradores activos en la región. En 2024, procesó más de 1.800 millones de productos vendidos y alcanzó una facturación consolidada de 123.600 millones de reales. Además de su expansión logística y tecnológica, el grupo selló un acuerdo de 1.000 millones de reales para adquirir los naming rights del estadio Pacaembu por 30 años, reforzando así su visibilidad de marca en Brasil.
La decisión de Galperín de apostar con fuerza por el mercado brasileño contrasta con el escenario más hostil que enfrentó durante el gobierno de Alberto Fernández en Argentina. En los años del Frente de Todos, el empresario protagonizó cruces públicos con referentes del oficialismo, como el dirigente social Juan Grabois, quien acusó a Mercado Libre de “precarizar” el trabajo a través de modelos de empleo no convencionales. Galperín, por su parte, criticó abiertamente el rumbo económico del kirchnerismo y se autoexilió temporalmente en Uruguay.
A pesar de las tensiones políticas, Mercado Libre logró sostener su liderazgo en Argentina, aunque con un crecimiento más moderado. Brasil, en cambio, se consolidó como su plaza más dinámica, tanto en volumen de ventas como en capacidad de expansión.
Para Lula, la megainversión no solo implica la creación de empleo y el pago de tributos (5.000 millones de reales en impuestos en 2024), sino que representa una señal de confianza en la economía brasileña. Galperín afianza con esta jugada el rol central de Brasil como eje de su estrategia regional en un momento en que las grandes tecnológicas latinoamericanas buscan consolidarse frente a la competencia global.
por R.N.
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