Como en muchas otras series de novelas policiales, las del griego Kostas Jaritos, que combate el crimen secundado por su equipo, se continúan en el tiempo. En “Universidad para asesinos”, la anterior, morían profesores con bemoles éticos discutibles, mientras su hija esperaba un bebé. Aquí el sesgo ético se acentúa. Un Ejército Nacional de Idiotas elimina hipócritas, que incluyen a alguien del Fondo Monetario. Por otro lado el nieto nace y provoca una acción en paralelo familiar, a veces un poco cargosa. La distensión mayor es la del propio Márkaris, que hacia el final bordea la conversión de los criminales en justicieros, ante el caos grieso. La velocidad de lectura es alta.
Galería de imágenes
Comentarios