Saturday 26 de July, 2025

SALUD | 02-07-2025 15:20

Frío polar: consejos para proteger la piel

La exposición al viento y los cambios bruscos de temperatura puede generar diversos trastornos cutáneos, sobre todo en el rostro y las manos.

“El invierno trae consigo un combo de factores que impactan en la salud de la piel: la vasoconstricción disminuye el flujo de oxígeno y nutrientes, y la calefacción reseca el aire de los ambientes, generando una pérdida de humedad en la epidermis”, explicó Andrea Pascual, doctora en Dermatología del CMC Mendoza de Boreal Salud (MP: 6866).

Durante una ola polar, el rostro, las manos y los labios son las zonas más expuestas, y por eso tienden a resecarse, enrojecerse o agrietarse con mayor facilidad. Entender cómo responde la piel a las bajas temperaturas es clave para prevenir molestias y evitar que se agraven problemas dermatológicos preexistentes.

Frio polar

Entre las principales consecuencias del frío extremo se encuentran la sequedad, la tirantez, el enrojecimiento, la picazón y, en algunos casos, grietas e irritaciones. Para prevenirlas, es recomendable incorporar hábitos a la rutina diaria. En diálogo con Noticias, la dermatóloga Pascual desarrollo unos consejos para evitar los síntomas de la ola polar en la epidermis. 

“La Hidratación por dentro y por fuera: tomar suficiente agua durante el día y aplicar cremas hidratantes por la mañana y por la noche, e incluso más seguido si la piel lo necesita. La limpieza suave al usar productos hipoalergénicos y evitar jabones que puedan alterar la barrera cutánea natural. Aplicar protección solar todo el año, aunque no haya sol, los rayos UV siguen presentes y pueden dañar la piel. Es fundamental para los labios hidratarlos varias veces al día con bálsamos específicos. Evitar el contacto inmediato con estufas, radiadores o duchas muy calientes, ya que los contrastes térmicos pueden dañar la piel. Por último, utilizar humidificadores ayuda a mantener el ambiente equilibrado y a prevenir la sequedad provocada por la calefacción”, recomendó la especialista.

Frio polar


Además de incorporar estos cuidados en la rutina diaria, es importante prestar atención a las señales que da la piel. Si aparecen grietas, enrojecimiento persistente, picazón o descamación, lo ideal es consultar con un especialista para evitar complicaciones o el agravamiento de afecciones preexistentes, como dermatitis o rosácea. Así como en verano usamos protector solar casi sin pensarlo, en invierno también deberíamos adoptar hábitos que refuercen la salud cutánea. 

“El frío no solo incómoda: también puede generar consecuencias visibles y molestas si no se actúa a tiempo. La clave está en prevenir, proteger y mantener una rutina de cuidado constante”, concluyen desde Boreal Salud.

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