El Espíritu Santo una vez más en este siglo se posó en América Latina para elegir el Pedro de este tiempo para la Iglesia Católica. El cardenal Robert Prevost —de doble nacionalidad: estadounidense y peruano— fue elegido el 8 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Pompeya y de la Virgen de Luján.
Y el mundo quedó agradecido también porque no se hizo esperar: de hecho el jueves 8 de mayo, de la tercera fumata resultó su elección, y lo que fuimos conociendo de él fue agradable a los oídos y los corazones de la gente (aunque debo decir que lo anuncié en Radio Cultura hace dos domingos en el programa de Pablo De Vita y lo tenía en mi radar con preferencia).
Un Papa agustino
Una frase de San Agustín que citó en sus primeras palabras dirigidas desde la Loggia de las Bendiciones al pueblo romano reunido en la plaza delinea su formación y casi con seguridad su ser pontífice: “Con ustedes soy cristiano, por ustedes soy obispo”. Entonces: humilde y cercano. Su formación de origen agustino nos deja intuir con claridad que tanto la vida comunitaria como la pobreza como desprendimiento serán aspectos que seguramente tendrán relieve durante su pontificado.
León XIV: doctrina social de la Iglesia + el mejor amigo de San Francisco
Quizás en los próximos días sepamos los motivos de la elección de su nombre pontificio, pero por ahora —y por lo menos es lo que me aparece en sus primeras 24 horas como Papa—veo una evocación del Papa León XIII quien con su encíclica Rerum Novarum puso nombre y dictó magisterio sobre los atropellos y maltratos que sufrían los trabajadores de esa época marcada por la naciente revolución industrial. También veo en su nombre al amigo de San Francisco de Asís: León, “la ovejuela de Dios” en palabras del mismo “Pobrecillo”. Dos Leones humildes que confluyen también cerquita del Papa argentino Francisco quien, con sus gestos de sencillez y pobreza, sorprendió desde su primer día como cabeza de la Iglesia aquel 13 de marzo del 2013. Y Prevost manifestó su admiración y cariño por Francisco desde hace mucho tiempo: se conocieron en Buenos Aires cuando Bergoglio era el arzobispo porteño.
Perú en su corazón (y en su pasaporte)
Que Robert Prevost tenga doble nacionalidad y que cada una señalen un norte y un sur de América casi que es una declaración de principios. Hablando con amigos peruanos me decían que la felicidad en Chiclayo —diócesis donde ejerció el ministerio episcopal— es inmensa y sincera. En Estados Unidos las comunidades latinas pueden tener la certeza de que el Papa León XIV abogará por migrantes, y “más puentes--nunca muros” con la misma decisión que lo hiciera Francisco.
Posiciones clave en la estructura vaticana
Al momento de ser elegido el nuevo pontífice, el cardenal Prevost desplegaba actividades como prefecto del Dicasterio para los obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina: una visión panorámica de las gobernanzas de la iglesia global, sumada a un compromiso grande con el continente que nuevamente ve nacer un Papa en el que están puestas las esperanzas del pueblo católico mundial y también de quienes se acercaron animados por el “todos, todos, todos” —semilla de Francisco— que abrió ventanales que no se van a volver a cerrar.
El mundo ya tiene un nuevo Papa, la historia de León XIV recién comenzó a escribirse y todo hace pensar que lo que viene tendrá sabor a consolidación de los pasos adelante que se han dado en el pontificado de Francisco y de continuidad en las propuestas de renovación y sinodalidad que aún esperan su turno para ser realidad.
*Virginia Bonard es Periodista y escritora, autora de “La Virgen de San Nicolás” y “Nuestra fe es revolucionaria. Jorge Mario Bergoglio”, editados por Grupo Planeta.
por Virginia Bonard
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