Es rubia, sí, pero no se engañen. Maite Zumelzú tiene todo fuera de lo común, empezando por ese nombre que obliga a la pregunta (“¿Maite o Maíte?”, “Zumelzu o Zumenzú, con acento en la u?”), una voz atigrada de locutora y una geometría rotunda: es alta, curva, poderosa. Una rubia wagneriana, digamos. Trabajó en cuarenta tiras de televisión, hizo teatro y seis películas, y por su rol de malvada en la novela “Por amarte así” ganó un Martí Fierro. Tiene cero pulgas, si de hablar del módico “star system” local se trata, y es curioso, al tiempo que admite no tener demasiadas amistades del medio, reconoce su absoluta fascinación con las redes sociales. Twitter, Facebook, Instagram, en sus manos la vida se vuelve algo para compartir. De hecho, lo primero que hace apenas comienza la entrevista es subir una foto nuestra a las redes. Lanzarla desde este rincón de Palermo al mundo de los miles de ojos. Los suyos, por lo pronto, son verdes. Y refucilan.
Noticias: ¿Siempre está así de pendiente de las redes?
Maite Zumelzú: Soy de subir fotos porque mencionar los canjes, chivos y demás también es parte del laburo. Soy muy respetuosa con eso y cada vez que me prestan algo para ponerme, me saco una foto y la subo.
Noticias: ¿Es real que cuando la nominaron al Martín Fierro les mandó un agradecimiento a todos los miembros de APTRA?
Zumelzú: ¡Ojalá a todos! ¡Por supuesto! ¿Cómo no? A todos los que pude les mandé un: “Muchísimas gracias por tenerme en cuenta”.
Noticias: ¿Y cuando ganó les volvió a agradecer a los miembros de APTRA?
Zumelzú: ¡Por supuesto! A los que pude, les mandé un mail. Igual, no me contestó nadie (risas). Pero para mí, estar ternada, gane o no gane, ya es un premio y hay que agradecerlo. Eso es algo que digo siempre, aun cuando haya pasado todo este quilombo de la Antonópulos (Mónica), que puso cara cuando me eligieron a mí y no a ella.
Noticias: Si le hubiera tocado a usted perder, ¿las cámaras también la habrían pescado poniendo cara de traste?
Zumelzú: ¿A mí? No, a mí jamás. No es mi estilo. Cuando estuve ternada con (Claudia) Lapacó y (Marilú) Marini, y ganó Lapacó, hice a cámara signo de Ok y dije: “¡Claro! Es Claudia Lapacó”. Hace veinte años que estoy en el medio. Con parates, desde ya, porque lo difícil no es entrar al medio sino mantenerse. Cuando estás haciendo tira, por ejemplo, entrás a las siete de la mañana y, con suerte, te vas a las siete de la tarde. Te dan hoy los libros para mañana y es mucho el desgaste físico, emocional y mental. La telenovela está muy desprestigiada, pero no es fácil.
Noticias: ¿Y cómo logra bajar cuando está muy acelerada?
Zumelzú: Al menos una vez al día, medito. Ahora lo hago sola pero he pasado todos los templos budistas que se te ocurran. De todo eso fui sacando algo, pero de ciertos lugares algunas cosas no me cerraron. Porque cuando empiezan con el tema de los grupos y que si viniste o que si no viniste, que si faltaste y que si no leíste no sé cuántos daimoku, ahí me voy. No estoy para que me den órdenes.
Noticias: ¿No es medio chúcara, usted?
Zumelzú: No tanto. De hecho soy tan tranquila que hasta me cuesta enojarme. Pero si voy a un grupo de budismo y me salen con: “Ay, faltaste la semana pasada”, me molesta. Y no voy más. El hombre alado. La piel de Maite es un mapa escrito, pero en gran parte invisible. Lleva ocho tatuajes. El último reza: “Tarda en llegar y al final hay recompensa” (¿una alusión al Martín Fierro?) y el más extraño está en las costillas. Es un hombre con alas, pero también tiene una explicación. Trágica, por cierto. “Fui la menor de tres hermanos varones. Mi papá falleció cuando yo tenía un año. Entonces me crié con dos hermanos varones. Yo era la más chiquita, la insoportable, la caprichosa. La cosa fue así: mi papá primero se casó con una mujer y tuvo dos varones y una nena. La mujer de mi papá, cuando dio a luz a la nena, falleció. Después se casó con mi mamá. Y al año de que yo naciera, mi papá falleció. A los 47 años. Era capitán de Marina, vivía en altamar”.
Noticias: Al final, su vida es una telenovela…
Zumelzú: Sí, tal cual. Después, cuando tenía 25 años, falleció en un accidente aéreo mi hermano Nicolás, que era instructor de vuelo y era el que ocupaba el rol de padre. Después, a nosotros nos separaron y la mamá de mi papá, que era una vieja muy hdp, se llevó a los tres mayores.
Noticias: ¿Y no ha tratado de saber por qué tanto drama en su vida?
Zumelzú: Sí, vine con unas moviditas kármicas importantes (risas) y por eso también he hecho de todo, desde constelaciones familiares hasta todo lo que se te ocurra. Tengo todo un costado místico muy a full. Incluso sé tirar el Tarot, pero ya no lo tiro más.
Noticias: ¿Por?
Zumelzú: Porque en algunos momentos me ha asustado. Tengo la percepción bastante desarrollada. Mis amigas hasta me dicen “bruja”, pero la verdad es que no necesito tirar las cartas para saber. Por ejemplo, cuando pasó lo de mi hermano, en mi casa hubo hasta una luz que aparecía y desaparecía a la noche. A raíz de eso empecé a estudiar control mental. Lo que me pasa es que no puedo ver porque me asusto. Mi mamá sí ve.
Noticias: ¿Ve qué?
Zumelzú: Espíritus de gente que ha muerto o que se ha suicidado, como es el caso de un amigo suyo. Ella sí ha visto. Yo no, yo no puedo. Lo bloqueo. Mi mamá es como que no les da bola; si los ve los ve, y si no los ve, es lo mismo. Yo no. Por eso desde esa vez, además de teatro me puse a estudiar control mental.
Noticias: A nivel energías, el medio no es un tanto….
Zumelzú: ¿Caníbal? Totalmente. Es tremendo. Es como dice Carmen (imita a Carmen Barbieri): “Somos todos tan hipócritas en este ambiente” (risas). Igualmente a mí no me interesa el reconocimiento de mis colegas. Me ha pasado de ir a ver una obra al teatro con gente conocida y que le digan a la protagonista: “¡Qué grande, negra, qué buena obra!”. Pero caminan media cuadra y comienzan: “¡Pero qué mierda! ¿Le viste las arrugas que tiene? ¡Está hecha c…!”. Y yo esas cosas no me las banco.
Noticias: ¿Qué hizo cuando no tuvo trabajo de actriz?
Zumelzú: Hice otras cosas. Por ejemplo, me asocié con una maquilladora de Telefe y hacíamos novias y quince años. He laburado de todo. Antes hacer notas y fotos me pesaba más, pero ahora me relajé porque entendí que es también parte del trabajo. Pero el tema de las redes sociales lleva un tiempo enorme. Tengo todas mis redes sociales abiertas, cualquiera me puede escribir y nunca nadie me hizo llegar un mal comentario. Ni siquiera cuando pasó lo de la piba esta, Antonópulos (Mónica).
Noticias: ¿Qué cree que pasó ahí?
Zumelzú: Un enojo. Creo que estaba totalmente convencida de que lo iba a ganar. Pero no lo tomo como algo personal. A lo largo de todos estos años el medio me ha ensañado eso: a no tomarme las cosas como algo personal.
Noticias: ¿El ninguneo no habrá sido porque usted no hizo más esfuerzos para promocionarse? ¿Por qué no hizo muchas tapas de revista, digamos?
Zumelzú: Claro, ponerse en bolas como hizo ella en Playboy, por ejemplo. ¡Si es la verdad! (risas). Pero nunca aposté a ponerme en bolas en Playboy. Lo mío es más de laburo, de cabrita, de pasito a pasito. Hice cine, teatro, telenovelas. Estudié teatro y locución. Soy muy exigente con mi trabajo, pero no molesto ni pido repetir escenas.
Noticias: Me contaron que le gustan los animales. ¿Es bichera?
Zumelzú: ¡Muy! Toda mi vida tuve perros y gatos atorrantes. Antes tuve gatos siameses y ahora tengo persas, dos de ellos son exóticos. Los gatos son muy interesantes para mirar. A mis gatos los miro hasta para construir personajes.
Noticias: ¿Y su marido qué dice de tanto bicho junto?
Zumelzú: ¡Le encantan! Hace diecisiete años que convivimos. Tuvimos dos crisis. Pero no duramos mucho separados. Al mes de conocernos nos fuimos a vivir juntos y no nos separamos más.
Noticias: ¿Bebés?
Zumelzú: Hace muchos años que estamos buscando. Al principio buscamos naturalmente, después con pastillas, con inyecciones. Hemos ido al Padre Ignacio, a la virgen de Salta… Pasé de la obsesión de no pensar más que en eso a la indiferencia y el “No quiero saber más nada”. Porque el tratamiento es tan tedioso que a veces te ponés agresiva. Las hormonas te atacan, peleás por todo. De hecho, una de las veces que estuvimos separados fue por eso. Lo bueno es que nos volvemos a elegir.
Noticias: ¿Y adoptar?
Zumelzú: ¿Sabés qué pasa? Conozco dos casos muy cercanos de parejas a las que les sacaron los chicos. Uno al año y otro al año y medio porque las madres biológicas se arrepintieron. Y yo no sé si me podría recuperar de eso. Ya tuve bastantes problemas en mi vida como para que me pase una cosa así.
Noticias: Cambiando de tema, ¿de qué se tratan los documentales que estuvo haciendo?
Zumelzú: Se llama “El encanto de las ballenas”. Ahí hago de presentadora. El documental está recorriendo el circuito de festivales.
Noticias: Y el ballenismo, ¿de dónde?
Zumelzú: ¡Es que me encantan! ¡Me encantan! El primer avistaje lo tuve rodando “Viento Sur”. Estábamos en Puerto Madryn y ¡morí! Me puse a llorar. Provocan algo tan extraño… De eso se trata el documental. En los avistajes se produce un silencio total. Pasa algo en ese momento que es muy mágico y muy místico. No se puede explicar con palabras.
Noticias: ¿Por?
Zumelzú: Porque es un animal prehistórico, como si un edificio de varios pisos se moviera. Soy re “animalística”. Cuando ves ese animal enorme, ahí, te agarra una emoción que no podés explicar. Mis animales favoritos son el mono, el caballo, el perro, el elefante y…
Noticias: ¡Los actores de televisión!
Zumelzú: No, no. ¡Esos son insoportables!
Fernanda Sández
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por Fernanda Sandez
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