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POLíTICA | 24-02-2017 00:00

Adiós a Néstor Leonardo, el cuñado más temido por los Macri

Murió el miércoles 15, apenas dos años después de su esposa, Sandra Macri. Había sido amenazado por Franco y lo denunció por escuchas ilegales.

Fue la oveja negra de los Macri. El hombre que más fastidió a Franco y el que más complicó en la Justicia a Mauricio. Néstor Daniel Leonardo, viudo de Sandra Macri, murió el miércoles 15 como consecuencia de un cáncer.

Parapsicólogo y enfermero de profesión, Leonardo conoció a la hija de Franco en los '90. Estuvieron de novios 12 años antes de casarse en la Catedral de Morón. El líder del clan Macri nunca aceptó la relación: consideró, siempre, que su yerno era un “cazafortunas” y que su único mérito era “haberse granjeado un confortable pasar sin otro predicamento que el de haber contraído un matrimonio de conveniencia”, como escribió en una carta pública.

Néstor Leonardo y Sandra se fueron alejando del grupo familiar. Primero dejaron de recibir los años nuevos en la casa de Franco, en Punta del Este, vendieron la casa de la mujer en Uruguay y se mudaron a Ituzaingó. Empezaron a pasar sus veranos en Mar del Plata.

Pero el momento de mayor tensión comenzó cuando Leonardo denunció a Franco, Mauricio y otros implicados por haber sido escuchado públicamente. En el 2010, el padre del actual mandatario presentó un escrito en la Justicia donde confesaba haber mandado a investigar a Leonardo a través de la agencia de seguridad Ackerman, con el fin de poder conocer los riesgos que la relación matrimonial implicaban para su hija. La Justicia determinó que esas escuchas en realidad fueron realizadas por el agente Ciro James, luego contratado por el Gobierno porteño del PRO como supuesto pago por sus servicios.

Sandra estaba enferma. Luchó durante 13 años contra un cáncer de mama, por el que terminó muriendo en el 2014.

“En el fondo de esta historia se juega la parte económica, la herencia. Mi suegro me dijo: 'Vos no te vas a quedar con nada'”, le había asegurado Leonardo a NOTICIAS en una entrevista en el 2009. Conviene recordar aquella charla increíble, de la que también participó Sandra.

Noticias: ¿Usted cree que Franco especula con la salud de Sandra?

Leonardo: Sí. Hace un año, cuando Sandra empezó con uno de los tratamientos de quimioterapia tuvimos un encontronazo. Franco me dijo: “Aislate de mi hija y de mis nietos, ¿cuánto querés? Vos necesitás plata porque sos pobre”. Yo le contesté que me estaba vendiendo una partida de defunción de su hija. Y él me grita: “Contactate con mi abogado. Sos un hijo de puta”.

Sandra Macri: Me enteré de todo. Y hubo más amenazas. Después de esa reunión fuimos los dos juntos a contarle que yo estaba haciendo un tratamiento de quimioterapia y también lo trató muy mal a Daniel.

Leonardo: Sandra estaba pelada por la quimioterapia y muy hinchada por la medicación. Cuando Franco la vio me gritó: “¡Querés engordar a mi hija para reventarla!”. Me quedé helado y le expliqué que era parte del tratamiento. Pero no se calmó y me amenazó: “Voy a llegar hasta las últimas consecuencias, te voy a meter preso. Sos un violador y un degenerado. Quedate tranquilo, que si te tengo que matar, te mato”. Y antes de irnos él se levanta y me dice: “A la larga te voy a cagar la vida”.

Pocos días más tarde de aquella entrevista, tras ratificar su denuncia del espionaje PRO ante la Justicia, Leonardo recibiría un balazo de una pistola calibre 22 en la mano cuando intentaba entrar en su casa. La causa se llenó de interrogantes, ¿algún Macri habría sido el autor intelectual de aquel incidente? ¿o la SIDE kirchnerista estaría intentando montar una mancha oscura sobre Franco y Mauricio? La respuesta nunca llegó, porque la causa se caratuló como “tentativa de robo”. Punto final.

Leonardo debió ser internado en el hospital San Juan de Dios de Ramos Mejía y luego en la clínica neuropsiquiátrica Avril, para superar el trauma vivido como consecuencia de esa situación.

Historia de amor

Néstor Daniel Leonardo era un parapsicólogo que atendía en Pilar. Sandra era una mujer joven, rica, recién separada y deprimida. “Estaba gorda, fea y hasta le faltaba un vidrio del lente de los anteojos cuando la conocí”, la describió ante NOTICIAS el enemigo del clan Macri.

Según relataron los protagonistas, la mujer se había enamorado del parapsicólogo, pero este prefería escaparse “porque en esa época era bastante atorrante”, completó. Sandra insistió. “Daniel me hizo dar cuenta de que estaba enamorada de él. Un día voy a verlo al consultorio y él me mira a los ojos y me dice: '¿Sabés lo que te pasa? Vos estás enamorada de mí'”. Y agregaba: “Él me llevó a los lugares menos pensados para una Macri. Íbamos a la bailanta Metrópolis en Plaza Italia. Yo soy diferente de todos, soy la oveja negra de la familia Macri”.

“¿Por qué?”, repreguntó NOTICIAS. “Porque siempre me traté con gente de otros niveles. Hasta compartiendo la mesa con la mucama. Así como lo ven (señalaba a su marido), él es más cajetilla que yo”.

Herencia

El problema entre Leonardo y los Macri, en definitiva, tuvo que ver principalmente con el dinero del clan, que el parapsicólogo decía rechazar, a pesar de que Sandra cobraba alrededor de 10 millones anuales de dividendos del grupo SOCMA.

En el 2009, esta revista le preguntaba al respecto.

Noticias: Leonardo, su suegro Franco dice que usted se quiere quedar con la herencia de la familia.

Leonardo: No, para nada.

Noticias: ¿O sea que no va a pedir su parte llegado el caso?

Leonardo: Yo soy feliz con lo que tengo. Tengo mi consultorio y atiendo a 200 personas por día.

El ex cuñado de Mauricio murió en un momento conflictivo para la familia Macri, con el alboroto mediático que generó el arreglo entre el Estado y el Correo Argentino.

“Es el mejor tarotista, les va a adivinar el futuro”, les decía Sandra a los periodistas de NOTICIAS que los entrevistaron en el 2009. Durante media hora intentó, sin suerte, adivinar datos de sus entrevistadores.

También tiró una profecía que estuvo lejos de cumplirse: “Mauricio cae antes de fin de año”, vaticinó. En esa época Macri era jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. No sólo no cayó por la causa de las escuchas, sino que seis años después lo absolvieron, algunos días antes de que asumiera como Presidente de la Nación.

por Carlos Claá, Nadia Dragneff

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