El nombre de María Eugenia Vidal siempre aparece. Estuvo en el 2018, cuando Mauricio Macri dudaba si ir o no por la reelección: el Plan V, lo llamaba entonces el Gobierno. Y vuelve a estar ahora, otra vez en las gateras por si el ex presidente decide que no es tiempo de jugar. La diputada, a la que se le vence el mandato en 2025, es una candidata natural del PRO para no perder en el principal bastión: Capital Federal.
Mientras tanto, con la fundación que preside, Pensar, comenzó una gira que le permite relacionarse con dirigentes del interior y evitar fugas en el partido. Ya pasó por Entre Ríos y Córdoba. Y tiene la agenda cargada para lo que queda del año.
Recorrida por el país.
“No estamos de campaña, pero es una gran oportunidad para afianzar al PRO, sobre todo en el interior”, cuentan cerca de la diputada. En Córdoba, por ejemplo, estuvo junto a intendentes y concejales de distintas localidades haciendo capacitaciones. No tardará mucho en volver a la provincia: para fin de año preparan un nuevo acto de la Fundación, esta vez con el acompañamiento de Macri.
A mediados de octubre, Vidal va a estar en San Juan, en unas jornadas de minería en la que va a ver a varios gobernadores. Para final de mes, irá a Santa Fe. Mientras tanto, en Pensar preparan el cierre del año, que será en Capital junto a Martín Yeza en unas jornadas sobre Inteligencia Artificial. Mucho protagonismo.
Con lo que mayor visibilidad logró este año fue con los informes de Pensar. Los equipos técnicos de su fundación toman un tema, lo estudian y publican un trabajo que suele ser una fuente inagotable de títulos periodísticos. El último, pide lograr una “macroeconomía estable” para bajar la pobreza.
Hace un mes, le preguntaron al vocero presidencial por uno de los informes de Pensar que reprendía al Gobierno: “No lo leí”, los chicaneó Manuel Adorni. Y continuó con ironía hacia el PRO: “Al momento de asumir, dijeron ‘a nosotros nos tienen que medir por la cantidad de pobres que dejemos cuando salgamos del Gobierno’ y ese índice les dio mal”.
Vidal le suele sugerir a los equipos técnicos que se abstraigan de las críticas que puede haber sobre los trabajos. “Nos dicen que somos oficialistas u opositores, depende el resultado que nos de el informe”, protesta ante sus colaboradores.
Protagonismo de Vidal.
Pensar no es la única organización que preside y que le permite bajar al territorio. A principios del 2024 lanzó Hacemos, una fundación especializada en educación y con la cual asegura haber alfabetizado a casi mil chicos en ocho provincias.
Con el trabajo en sus fundaciones, Vidal mantiene su protagonismo, en medio del avasallamiento que La Libertad Avanza produjo sobre el PRO. Son muchos los dirigentes que se preguntan qué será de ellos el 2025, en las elecciones de medio término, por eso mantenerse a flote es importante.
El PRO deberá determinar si conforma una coalición con el mileísmo o si mantiene su autonomía. En el último caso, Macri decidirá si será candidato o si prefiere no jugar. Si el ex presidente no quiera volver al Congreso y los nombres que ofrece su primo Jorge carecen de peso específico, la candidata será Vidal. Tendrá que defender el bastión del partido por excelencia: el único lugar donde el macrismo no puede perder.
“No se habló de candidatos en ninguna reunión de mesa ejecutiva”, argumentan en el PRO. Pero cada uno saca cuentas sobre qué necesita el partido para recuperar fuerzas: “A Mauricio no le gusta ser legislador, pero lo necesitaríamos como jefe de bloque. Ahora que volvió a liderar la marca, por ahí tiene que ser el candidato”, sostiene un dirigente. Cada uno juega sus fichas.
La ex gobernadora se mantiene expectante. En su entorno aseguran que lo que más contenta la hace sentir es que con su trabajo de recorridas y de informes mantiene al partido en la agenda pública. Para ver qué le depara el 2025 todavía deberá esperar.
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