“Sería histórico ganarle al emperador, ja”. Alejandro Vilca repite tres veces durante la entrevista el apodo que los detractores de Gerardo Morales en Jujuy utilizan para describir su modo de ejercer el poder. Considera demasiado pretensiosa su aspiración de ser presidente y admite que le gustaría “arruinarle la fiesta”.
Según el sistema D´hont, mecanismo que se utiliza para establecer el reparto de las bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, por sólo 368 votos de diferencia Vilca se quedaría con la tercera de las tres bancas que le corresponden a Jujuy en las elecciones legislativas de 2021. Esa misma banca que estaba pensada para la ministra de desarrollo social del gobierno de Morales, pero el candidato del Frente de Izquierda tiene otros planes.
Vilca ya fue el “cisne negro” de los partidos tradicionales en la provincia del norte en 2017, cuando encabezó la lista trotskista que ganó cuatro lugares en la Legislatura de Jujuy. Una vez convertido en diputado provincial pidió licencia en la dirección de Higiene Urbana de la municipalidad de San Salvador de Jujuy, donde trabajaba como recolector de basura. El mismo puesto al que barajaba volver cuando se sorprendió con las más de 81 mil voluntades que lo dejaron en la puerta del Congreso de la Nación.
“El apoyo que tuve todos estos años ha sido una reivindicación hacia una labor jodida como levantar la basura y correr atrás de un camión, pero eso también ha generado mucho entusiasmo no sólo entre mis compañeros, también en la gente, que siempre ve que la política está hecha para una casta”, sostiene Vilca.
Los medios de la Ciudad de Buenos Aires descubren en Vilca un apellido colla, un laburante de piel marrón, y él asume con orgullo esa condición, pero es consciente de que para su electorado eso ya no es una sorpresa, y busca exhibir información para meterse en la discusión política de nivel nacional.
“Morales fue el primero en salir a bancar a Alberto Fernández tras su derrota en las PASO, es su aliado, y como fruto de esa alianza recibió más ATN (Aportes del Tesoro Nacional) que Salta y Tucumán”, analiza Vilca, que ve al gobernador jujeño como “un caballo de Troya en Juntos por el Cambio”.
Como legislador provincial lamenta que la gestión de recursos se diluya, según su opinión, en desmanejos de la dirigencia local. Y recuerda: “En plena pandemia se llevaron puesto a un fiscal que quiso investigar los negocios de Morales con el presidente del PJ”.
Vilca tiene 45 años, dos hijos y cinco hermanos. Uno de ellos, el menor, se llama León, por Trotsky. Su madre, jefa del hogar que lo cobijó en el barrio Alto Comedero, falleció de coronavirus durante los meses más duros de la pandemia en la provincia del norte. Su historia, la de su madre y hasta la etimología de su apellido (sagrado, en quechua), circuló por los principales medios del país durante los días posteriores a la elección en la que le pisó los talones nada menos que al peronismo, quedando a sólo 4 puntos porcentuales de dejar en tercer lugar a la provincia que había gobernado siempre desde el regreso la democracia hasta 2015.
“La gente se dio cuenta de que ya no puede esperar más de radicales y peronistas, que durante tantos años han gobernado llevando a la provincia a una situación crítica, de pobreza y desigualdad social. Nuestra candidatura hizo pensar a la gente que se puede enfrentar a los poderosos, se les puede ganar”, repite entre sus argumentos.
Como cuidando todos los detalles, Vilca además se encarga de aclarar que “nosotros no tenemos nada que ver con Milagro Sala, ella es kirchnerista, del Frente de Todos”, aunque sí señala que en los años de Gerardo Morales en el poder local la creadora de la organización Tupac Amaru “fue usada de chivo expiatorio para reprimir todas las protestas”.
Noticias: ¿Hay voto bronca que apoya a su candidatura?
Alejandro Vilca: Sí. Alberto Fernández está tratando de convencer a Gerardo Morales y a sus senadores para que voten algunos jueces nacionales que les interesa poner. Hay un vínculo estrecho y un doble discurso. Hay que ver que en este panorama, con estos resultados, podría quedar Morales en una situación incómoda, inesperada, y seguramente también el Frente de Todos. Fijate que Juntos por el Cambio fue el gran ganador, hicieron una conferencia todos unidos y estaba ausente Morales, cuando siempre había sido parte del armado nacional. Noviembre va a ser determinante.
Aunque evita el triunfalismo, Vilca ya declara como si fuera parte de los polemistas en el recinto de la Cámara Baja. Ensaya sus posturas “destapando ollas”, asumiendo que ese será su rol, el de capitalizar el descontento con la dirigencia política que durante estos años formaron la cada vez más rancia grieta.
Vilca: Estamos a punto de conseguir algo histórico, sería una conquista de todos los jujeños, poder ponerle un palo en la rueda al emperador.
*Alumno de segundo año de la Escuela de Comunicación de Perfil.
por Luis Armando Cáceres*
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