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SHOWBIZ | 02-08-2013 14:40

La batalla de los supertipos

Superman vs Iron Man. DC vs Marvel. Disney vs Warner. Los superhéroes de ayer y hoy en una guerra multimillonaria.

Con cuatro títulos en el año (“Iron Man 3”, “El Hombre de Acero”, “Wolverine Inmortal” y “Thor 2”) el género de superhéroes es, junto a la animación digital, el que mayor rédito económico produce hoy en el negocio del cine. La explosión tiene que ver básicamente con las posibilidades que ofrece la tecnología hoy, que hace posible aquello que antes las cámaras no podían registrar.

Sin embargo, que estos films que superan en presupuesto los 200 millones de dólares en producción (presupuestos en los que no suelen computarse los gastos de publicidad y lanzamiento, que rondan entre el 30% y el 100% del costo de rodaje y postproducción) sean efectivamente “negocios” es discutible. Para que “El Hombre de Acero” logre un break-even (es decir, supere su costo) debería pasar en todo el mundo la barrera de los 500 millones de dólares, objetivo cumplido tras un mes en pantalla, con más de 270 millones recaudados en la taquilla norteamericana y unos 315 en el resto del mundo. De todos modos, pese a lo astronómico, la cifra aún es pobre. Para que la comparación sea clara: “Iron Man 3”, en poco más de dos meses, superó los 1.200 millones en todo el mundo.

Competidores poderosos. La batalla por la supremacía en el mundo de los superhéroes lleva más de medio siglo, y sus principales contendientes son la DC Comics (Superman, Batman, Mujer Maravilla, Aquaman y Flash) y Marvel Comics (Los 4 Fantásticos, X-Men, Capitán América, Iron Man, Hulk, el Hombre Araña). Los segundos son más “nuevos”: nacieron realmente en los sesenta y se convirtieron rápidamente en objeto del culto universitario, toda vez que se trataba de héroes conflictuados, con problemas personales complejos, que vivían en ciudades reales. El creador de todos ellos, Stan Lee, decidió optar por la sátira y la ciencia ficción. Mientras, los héroes de la DC (que datan de las décadas del '30 y '40) trataron de adaptarse a los nuevos tiempos más realistas y políticos de los setenta con un éxito moderado.

Si esta batalla no llegó a los cines entonces –de hecho, el “adelantado” fue el Superman de Christopher Reeve en 1978– fue porque la tecnología no estaba a punto. De allí que Batman, un “superhéroe sin poderes”, haya sido el que logró un primer gran éxito mundial cuando Tim Burton se ocupó de él recién en 1989.

Marvel recién tomó la posta del cine, salvo por alguna excepción poco memorable, cuando en 2001 estrenó “El Hombre Araña” según Sam Raimi (film que estuvo primero en manos de James Cameron). Y después de lograr éxito con ese film, más “X-Men” y “Los 4 Fantásticos” (y, mucho menos, con el subestimado “Hulk” de Ang Lee) descubrió que era mejor tener el negocio en las propias manos y formó Marvel Studios. ¿Pero por qué eligió “Iron Man”, “Capitán “América” o “Thor” para desarrollar la “Fase 1” (así se llama) del proyecto “Los Vengadores”?. Es fácil: los derechos  de “Spiderman”, los Fantásticos y los mutantes están en manos de Sony o Fox y no los sueltan. Esto conspira contra la idea de “mezclar” superhéroes, algo que las historietas de Marvel hacen desde los años sesenta (a veces había que comprar tres o cuatro revistas distintas para comprender el arco narrativo, lo que explica el enorme crecimiento económico de la firma en sus primeras dos décadas).

Para leer la nota completa, adquiera online la edición 1910 de la revista NOTICIAS.

por Leonardo D’Espósito

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