Dos horas y media. Ese fue el tiempo que duró la lluvia de piedras, cascotes, bombas de estruendo y hasta una molotov contra el cordón de la Policía de la Ciudad, hasta que llegó el refuerzo de la Policía Federal Argentina para despejar la Plaza de los Dos Congresos y proceder a las detenciones.
Temprano, trascendió que el diputado Mariano Recalde había presentado una acción de amparo ante la justicia de la Ciudad, la cual fue concedida por la jueza en lo Contencioso y Administrativo Patricia López Vergara, quien dispuso que la Policía de la Ciudad no pudiera utilizar armas de fuego y sólo debía acceder a la utilización de gases y postas de goma como último recurso.
Comentarios