**** Es una excelente actriz, capaz de hacer comedia, drama o musicales con igual talento y solvencia. Tiene firmes convicciones políticas, aunque por ello deba afrontar intensos cuestionamientos. Milita el activismo en pos de modificar múltiples y candentes causas sociales y femeninas, aún pendientes de resolver en nuestra sociedad. Por si todo eso fuera poco, Florencia Peña, también es una gran conductora de televisión.
Lo demostró varias veces al frente de envíos como “La Banda de Cantaniño", “El show de la tarde”, “Viaje de Locos” (estos últimos junto a Marley), “Flor de Palabra” y “Dale la tarde” que, si bien resultaron episódicos, permitieron conocer su enorme ductilidad. Peña maneja, con carisma, simpatía y bonhomía el vínculo afectivo y cómplice con la audiencia, los panelistas, participantes e invitados, algo indispensable en cualquier formato de este tipo en la pantalla chica.
En el complejo, difícil e incierto 2020 que nos toca en suerte transitar, sufrió la pérdida de su padre, tras años de batallar contra el cáncer. A él le dedicó la primera emisión de “Flor de equipo”, el flamante magazine de actualidad y entretenimiento que la devolvió a Telefe, la emisora que es casi su segundo hogar.
La espléndida producción que la respalda lo entendió muy bien. No sólo la situó en una bella escenografía, sino que la puso al frente de un numeroso y ecléctico equipo, el cual la acompaña, casi de forma permanente, de lunes a viernes, en vivo, de 11.30 a 13.
Lo integran Marcelo Polino, como vocero de las novedades que rodean a “MasterChef Celebrity”, el reality culinario de mayor audiencia del país; las periodistas Nancy Pazos y Noelia Antonelli, dedicadas a la política y actualidad, respectivamente; el cronista de policiales Paulo Kablan; la cocinera Karina Gao, que prepara fáciles y rápidos platos, y móviles desde distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires.
A ellos se suman dos bastoneros de lujo, los formidables actores Campi y Jorgelina Aruzzi quienes, sin duda, son los pilares junto a Peña, de una tríada de ingeniosos y ocurrentes anfitriones, capaces de generar y sostener el clima de entretenimiento espontáneo y sano humor que se advierte cada mañana. Él, a través de “Jorge”, un desopilante vecino de barrio, y sus formidables imitaciones; ella, con la inimputable actriz fracasada “Jacky Guzmán”.
Quizás por eso, la sensación es que, si se confiara más en el terceto mencionado, y se dosificara la participación del bullicioso y a veces ininteligible resto de panelistas, la propuesta adquiriría mayor audiencia de la que ya genera.
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