De todos los políticos argentinos, Macri es el que más inversión y mejor uso hace de las redes sociales. Él mismo suele explicar su llegada al poder en gran medida gracias a Facebook, Twitter, Instagram, Youtube y hasta Snapchat. Entender cómo se mueve hoy en comunicación explica el interés en la base de datos de la Anses que generó polémica en las últimas semanas.
Números. Según informaron a NOTICIAS desde la Jefatura de Gabinete, el equipo de redes tiene un presupuesto de $ 163.289.111, el cual se divide en 87 millones para pauta en redes, 51 millones en servicios, capacitación y tecnología y 24 millones en sueldos. El kirchnerismo, en su último año de gobierno, gastó 88 millones en redes sociales. En lo que va del año, llevan ejecutados $ 33.855.015, de los cuales 63% fue a Google y 35% a Facebook. El resto se reparte entre Twitter, Instagram, Linkedin y Spotify (ver infografía).
Las cuentas institucionales de Casa Rosada están a cargo de la Subsecretaría de Vínculo Ciudadano, que podría llamarse con mucha tranquilidad “Subsecretaría de redes sociales”. La dirige Guillermo Riera, al frente de un equipo de 68 personas dividido entre el segundo piso de la Casa Rosada y el edificio Somisa, donde funciona un sector de Jefatura de Gabinete. Dependen de Jorge Grecco, secretario de Comunicación Pública de Presidencia.
Las cuentas personales del Presidente, en cambio, se manejan desde la Secretaría General de Presidencia, a cargo del ex cuñado de Macri, Fernando De Andreis. De ese equipo de 10 personas, el principal componente es Julián Gallo, experto en redes sociales, quien funciona como asesor externo. Su lugarteniente en el organigrama del Estado es Fátima Micheo, subsecretaria de Comunicación Presidencial. Pero quienes están en el terreno de juego son dos personas tan invisibles como vitales. Una es Ivonne “Keky” Criante Gómez, quien tiene el usuario y la clave de las cuentas de Facebook, Twitter e Instagram del Presidente. El otro es Isidro “Chiro” Escalante, un joven director de cine que se convirtió en la sombra de Macri y lo filma en cualquier lugar del mundo. Es el administrador de la cuenta de Snapchat, una red social para adolescentes en la que se comparten videos breves e informales.
Big Data. El aprendizaje de la campaña les enseñó que las bases de datos son primordiales para la política. Es por eso que se decidió utilizar las que generan diferentes administraciones del Estado como la Anses, PAMI, AFIP y el Registro de las personas para crear una megabase de datos con los argentinos que son parte del sistema, para enviarles publicidad segmentada. Es el “big data” de Macri, que estará administrado por el mismo equipo de redes sociales.
Desde la oposición se critica con fuerza que el Gobierno utilice las bases de datos de otros organismos del Estado para publicidad. Insisten en que se viola la Ley de Protección de Datos Personales.
El objetivo es comunicarse en forma directa con la gente, en un perfeccionamiento de la sobredosis de cadenas nacionales de Cristina Kirchner o la publicidad en el Fútbol Para Todos. El concepto es el mismo: evitar los intermediarios. Cuando se consolide el uso de las bases de datos solicitadas comenzarán a llegar folletos, mails, mensajes de Facebook, tuits, sms, whatsapp y hasta llamados con mensajes grabados. A prepararse.
por Rodis Recalt
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