Empecé a buscar una entrevista con Pablo Schoklender apenas estalló el escándalo en Madres de Plaza de Mayo, a fines de mayo del 2011. La disputa soterrada por el manejo del dinero en la entidad derivó en la abrupta salida de quien era la mano derecha de Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender, y días después, de su hermano Pablo. Sobre ellos pesa la acusación de haber desviado fondos públicos en beneficio propio y de su entorno, que estaban destinados a las viviendas sociales que construía Madres.
Pese a mi insistencia para lograr hablar con Pablo cara a cara, el menor de los Schoklender siempre mantuvo una férrea negativa a dar una nota. O siquiera hablar por teléfono. Y jamás se mostró en Tribunales.
Desde entonces, seguí este caso con minuciosidad, publicando una extensa serie de notas sobre el tema y los principales personajes alrededor de él. Conseguí entrevistar a Sergio en septiembre del 2011. En esa nota, el mayor de los Schoklender hizo explosivas declaraciones con implicancias políticas. La repercusión de esa entrevista sumió a Pablo en un ostracismo aún mayor.
Sin embargo, en todo este tiempo, no dejé de insistirle a su abogado, Pablo Slonimsqui, sobre mi interés en hablar con su cliente, personalmente. Tras su detención el 15 de mayo pasado, pensé que quizás había llegado el momento en que el menos conocido de los hermanos Schoklender aceptara hablar, desde la cárcel.
Tramité un pedido de entrevista con el Servicio Penitenciario Federal y -una vez más- volví a pedirle a su abogado que le transmitiera mi pedido. Pablo se volvió a negar.
Sorpresivamente, dos semanas atrás, al volver de una visita a la cárcel, Slonimsqui me dijo que Pablo había decidido escribirme una carta. Que esa decisión había surgido de él, que le pedía que me la hiciera llegar y que me autorizaba a publicarla.
Se tomó unos días y la escribió de puño y letra en hojas de cuaderno. Prolija y sin tachaduras, imagino que quizás no fue la primera versión. Llegó a mis manos el miércoles 13 de Junio a la noche. Hoy, la Cámara Federal dispuso la excarcelación de Pablo, que se concretará en el transcurso de la tarde o noche, o en los próximos días, dependiendo de la caución que le fije el juez Norberto Oyarbide.
A horas de que Pablo deje la cárcel, comparto la carta que me envió, cuyo texto salió publicado en la última edición de NOTICIAS.
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