Saturday 23 de November, 2024

PERSONAJES | 14-12-2012 15:35

Gloria Carrá: "Norman Briski me dijo que yo hacía mis duelos en escena"

Ganó un premio Tato por el unitario “Tiempos compulsivos” y mostró su faceta de cantante en teatro. El amor, la muerte y los tatuajes.

A poco de empezar la charla, despliega su carta natal como si estuviera anticipando la jugada: es de Géminis, un signo de aire, tiene el ascendente en otro signo de aire; por ende, afirma, es muy poco terrenal. Vale el aviso. Aún así, Gloria Carrá sabe del arte de poner los pies en el barro y caminar dejando huella. De nena, paró la olla familiar cuando empezó a trabajar en “Señorita maestra”, después superó el karma de ese programa y esquivó el estereotipo de “actriz de tele”. A los 27, con 20 años de carrera encima, se animó a estudiar teatro. Ese fue el paso para renegociar su contrato con la vocación y redescubrir(se).

Este año la rompió con su Teresa, la mujer de personalidad disociada de “Tiempos compulsivos” y ganó el premio Tato a la mejor actuación de reparto en unitario. Por suerte para su marido, Luciano Cáceres, y sus hijas, Ángela (13, a punto de estrenar su rol de hija de Adrián Suar en “Solamente vos”) y Amelia (3), no se lleva el personaje a casa (“Yo lo hago, en el momento lo sufro y lo siento, pero lo dejo en cuanto termina la escena”). El 2012 también marca un hito en su historia profesional/personal porque se animó a lo que tenía ganas hace mucho: cantar en público. Y claro, ponerle el cuerpo al deseo profundo siempre resulta una aventura al infinito. En “Qué será de ti”, una obra dirigida por Javier Daulte que compartió con Antonio Birabent y banda en vivo, movió la energía de un modo distinto, se dejó llevar con la melodía de los temas de amor que eligió, se emocionó y apostó con éxito a un fluir distinto.

Noticias: Finalmente se animó a cantar

Gloria Carrá: Siempre me dio tanto miedo… Estoy re feliz de haberlo hecho, es liberador, cantar me transporta y sé que es un principio de algo. Ya hay proyectos de un próximo espectáculo, muy femenino.

Noticias: A nivel de expresión artística, ¿qué le da la música, que no obtiene de la interpretación actoral?

Carrá: Es algo diferente, ni más ni menos. Un placer extra. Pero también siento la necesidad de actuar. Para mí es re placentero ir a grabar. Cantar es como un aire, algo que siempre quise hacer y no me animaba y siempre dije “¿¿qué, lo voy a hacer a los 40??” ¡Sí, sabés que sí! (risas).

Noticias: ¿También compone?

Carrá: Hace mucho que no escribo. En un tiempo escribí mucho, mucho. Todas las noches agarraba la guitarra y escribía. Me es muy fácil escribir, me gusta. Aparece una melodía y empiezo. Escribo muchos temas relacionados con el amor. Amelia tiene su canción, Ángela también. Luciano todavía no, siempre me pregunta cuándo le voy a escribir su canción (risas). Siempre me fue mucho más fácil escribir sufriendo por amor, cuando estoy feliz… no le escribo al amor. Pero le debo la canción a Luciano, se la merece. Poder cantarle, también agradeciéndole.

Noticias: ¿Qué le agradecería?

Carrá: ¿A Lu? Su amor, lo compañero que es, el marido que es, el papá que es… Es un tipo que hizo todo lo que quiso pero con mucho esfuerzo, es muy de concretar.

Noticias: Usted empezó a actuar a los ocho años, ¿qué recuerda de la niña Gloria?

Carrá: Que jugaba mucho, que comprendía cuando leía el libro, lo sentía cuando lo hacía, me identificaba. Siempre comprendí el dolor ajeno, y el mío también. Yo veo un noticiero y me pongo a llorar, por eso no miro, porque me angustio mucho. De chica tenía por ejemplo un personaje que lloraba porque la madre se había muerto, y yo sabía, ese dolor lo reconocía.

Noticias: Había perdido a su papá a los cinco años, qué duro actuar algo tan pegado a su historia personal siendo tan chica…

Carrá: Un día (Norman) Briski me dijo que yo hacía mis duelos en escena, eso siempre me quedó… puede ser, yo siento que me ayudaba a sacar algunas cosas. Me acuerdo que hacía la escena y me ponía a llorar, pero terminaba y ya. Hoy en día es lo que hago también.

Se considera inquieta, no curiosa, sino más bien lenta. Pero no por abúlica sino por despistada. Otra vez el aire. Dice que se va con la música y que si le ponen un partido de fútbol delante, uf, vuela a cualquier otro planeta. Quizás para contrarrestar lo etéreo, suele grabarse el cuerpo. Por ahora contabiliza seis tatuajes: uno cuando se comprometió con su marido, la “a” de sus hijas (Ángela y Amelia), una flor, un dibujito suyo, un mosquito en el tobillo y una frase en francés de Carl Jung.

Noticias: ¿Por qué se tatuó en el brazo “quien mira en su interior, despierta”?

Carrá: Porque viví eso y lo sentí. Yo tuve un momento a los 30 donde me pasó algo espiritual muy fuerte. Tengo mi amigo del alma que es muy espiritual y siempre me habló de cosas que yo mucho no entendía. Lo respetaba y lo escuchaba, pero no sabía mucho de qué me hablaba. Él tenía una casita en Los Reyunos, Mendoza, y nos fuimos con otros amigos a vivir tres días en la montaña. En un momento, hacía mucho frío, teníamos que cruzar todo el lago para llegar al pie de la montaña, empezamos a cruzar y me agarró como miedo. La montaña es imponente, fría, oscura, no es el mar, la playa; mi amigo me dijo “hacé un pedido”. Yo lo hice. Después hacíamos rezos, antes de entrar a la montaña él pedía permiso, hacíamos ceremonias para estar, me gustaba eso. Fueron tres días, pero las noches te las regalo, ¡no sabés lo que eran! Congelados durmiendo alrededor de un fuego. Ese viaje me voló la cabeza. Después hicimos muchos viajes más.

Noticias: ¿Meditaban en medio de la montaña?

Carrá: Sí, pero lo que me empezó a pasar cuando volví es que después meditaba espontáneamente. Me sentaba, me quedaba quieta y sentía muchas cosas, mucha paz y que me bajaba mucha información… hay algo de serenarse y comprender, comprender, comprender… no te puedo decir qué, es como… En un momento empezaba a plantearme... ¿cómo, y entonces, la realidad qué es? ¿Y la gente que no sabe, mis hermanos que no entienden nada de esto?

Noticias: ¿Qué hizo con esas sensaciones?

Carrá: Yoga a full, me hice vegetariana durante cinco años, estaba superbien físicamente, muy tranquila. Con el tiempo, lo terrenal empieza a (ganar)… yo no soy muy terrenal igual, pero sé que quiero volver. Ahora me cuesta, sé que tengo que aquietarme porque la meditación es ver los pensamientos pasar y no engancharse con ninguno, no es fácil…

Más información en la edición impresa de la revista.

Fotos: Marcelo Dubini.

Producción: Esteban Vedia. Ropa: Ona Saez, 47 Street,Ricky Sarkany , Square, Justa Osadía.

Accesorios: Escuela de Sirenas. Peinó: Darío Calcagno para EstudioCalcagno-Bielous. Maquillo: Ximena Matienzo. Agradecemos a: Costa Salguero Golf Center (www.costasalguerogolf.com.ar)

por Valeria García Testa

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