★★★★1/2 Empezó en febrero y por diversas razones puede ser uno de los hallazgos del 2014: 1° Pone la radio al servicio del oyente (lo escucha y le da aire todo el tiempo). 2° Si no sabe, consulta. Y así, preguntando y sabiendo, puso contra las cuerdas a la Defensoría de la Ciudad que (“con 800 empleados y 200 millones de pesos de presupuesto anual”), no mostró presencia en la defensa de los consumidores, ante los cortes de electricidad. Los colmillos de Novaresio, además y por el mismo tema, persiguieron el cuello de Juan Legisa (jefe del Consejo de Energía), que se anduvo ocultando por toda la ciudad.
Pero hay, además, un aspecto que merece explicación aparte: el espectáculo surgió en la modernidad para dar identidad a las poblaciones urbanas a través de arquetipos a escala total. Pero hoy y cada vez más, el show abarca prácticamente a la gestión total de la vida. No obstante, al respecto, la radio se encuentra disminuida frente a los medios audiovisuales. Y es fácil advertir que, por ese motivo (entre otros), hoy todos los programas políticos y para ser actuales contratan graciosos profesionales.
Pero lo de Novaresio es más auténtico: para hacer reír se arregla solo. Y mientras denuncia las aceleraciones del dólar consulta sobre si los churros deben ser con dulce de leche o pastelera. De acuerdo a esa fórmula, Lavagna le asegura que el nuevo pacto de precios no significará nada para el bolsillo del ciudadano, pero no sin antes aclararle que prefiere el salame picado grueso (no le gusta el fino). O Rogelio Frigerio (hijo) le explica que “el Estado más grande de los últimos tiempos no puede controlar la electricidad”, pero antes de eso señala que prefiere la pasta frola de membrillo (no la de batata).
En medio de entreveros divertidos del conductor con las chicas del programa, uno conoce las quejas de Ricardo Colombi que no podrá pagar los sueldos en Corrientes. Y se entera de que, para el economista Jorge Todesca, las paritarias “estarán bien si piden más o menos el 28 por ciento”.
Hay también pedidos y agradecimientos por el envío de vituallas por parte de la audiencia, vieja costumbre policial que el periodismo radial ha repudiado y adquirido.
El programa está prolijo y el conductor tiene, en Rosario Bigozzi, una compañera ideal. Pero es una lástima que prometan al aire notas que no conseguirán, o que digan que “la fragata Libertad solo visitará países amigos” (¿acaso son enemigos los que no visitará?”).
Escuche un fragmento del programa:
Completan el equipo Mercedes Sosa, Martín Rojas, Marcelo De Leo, Pablo Navarro, Marco Diz y Juan Martinelli en la coordinación general.
por Luis Frontera
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