En el marco de los 25 años de la Revista NOTICIAS, y ante un auditorio que colmó el histórico salón de la Legislatura porteña, el filósofo Mario Bunge y el neurocientífico Facundo Manes mantuvieron un diálogo signado por el pensamiento crítico y la lucidez.
Con entrada libre y gratuita, la charla fue desgranando reflexiones y anécdotas de los dos hombres de ciencia y le permitió a Manes interrogar a Bunge, que a los 95 años viajó a la Argentina para presentar su libro de memorias “Entre dos mundos”, sobre cuestiones relacionadas con el saber, la experiencia y la educación.
“Mario Bunge representa la inteligencia analítica, la ironía, el amor y la capacidad de inspirar al otro”, lo introdujo Manes. A lo que el filósofo respondió: “El cerebro va cambiando con el tiempo. Como soy optimista tiendo a olvidar los episodios desagradables, y a recordar gente con la que tengo el privilegio de encontrarme, como usted”.
Entre otros temas, Manes le preguntó a Bunge, radicado en Canadá, qué extrañaba del país: “Se extraña la facilidad con la que uno se hace amigos y enemigos aquí”, respondió provocando risas entre los asistentes. Y completó: “Allá es aburrido, porque no se esperan golpes de estado y no serían posible. El régimen parlamentario es más democrático. Aquí nadie rinde cuentas de nada”.
Los aplausos cerraron la frase de despedida de Manes: “La mayor riqueza de los países no son los recursos naturales ni las industrias, sino el conocimiento. Hay una sola receta para crecer como país: educación, educación, educación”.
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