Si era previsible que el año de elecciones provocara movimientos en la grilla de los principales canales de cable dedicados a las noticias, fue la inesperada muerte del fiscal Alberto Nisman el hecho que sacudió fuerte las diferencias entre las dos señales de mayor audiencia: TN, perteneciente al grupo Artear, y C5N, de Indalo Media, propiedad de Cristóbal López desde el 2012.
Este último canal fue ganando terreno por innovar en la manera de dar la información: un estilo más descontracturado, más rejuvenecido que el del formal TN. Como era de imaginar, esta provocación movió la competencia. Y TN empezó a cambiar, a aflojarse las corbatas, a permitir mayor movilidad a sus conductores –como ya, hay que reconocerlo, lo venía haciendo los fines de semana el histriónico periodista policial Ricardo Canaletti–, con formatos más cercanos al magazine, muy charlados, sueltitos. Hasta el año pasado, las dos emisoras estaban muy parejas rondando los dos puntos de rating. Si bien TN mantenía en total el primer lugar, C5N se posicionaba en las mañanas y las tardes.
Por esa razón habrá sido que, a fines del año pasado, la psicoanalista y directora de teatro Alejandra Ciurlanti volvió a ser convocada una temporada (ya lo había hecho en los años 90) para couchear a los conductores y recomendarles, como a los actores, posturas y actitud ante las cámaras. Desde TN, aceptan esta voluntad de refreshing pero no quieren que se asocie a una pérdida de credibilidad y seriedad informativa. Esa búsqueda de “lo que quiere la gente” llevó a tomar la decisión de levantar programas históricos por considerar que ya habían cumplido su ciclo: “Palabras +, Palabras -”, conducido por Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda; “Prende y apaga”, con Sergio Lapegüe; “Argentina para armar”, con María Laura Santillán, “Tiene la palabra”, con Luis Otero y Lorena Maciel, y “Otro tema”, con Santo Biasatti.
Según TN, al único programa al que le propusieron continuar fue a “Palabras...” pero no en su horario habitual de los martes sino grabado los domingos, opción que los periodistas políticos obviamente no aceptaron. Pero todos continuarán en el canal con nuevas y futuras propuestas. Por ahora, las novedades nocturnas tienen la cara de “Los Leuco”, con Alfredo padre y Diego hijo; y “Odisea argentina”, con Carlos Pagni.
Para Tenembaum, era interesante continuar en TN pero no hubo acuerdo: “Ni Marcelo ni yo lo calificamos de censura. La parábola del periodista censurado no me va, salvo en un caso concreto cuando te rajan por una nota. Convivimos durante siete años, con contenidos que se diferenciaban del resto del canal y con críticas a ciertas posturas sostenidas por Clarín. Pero en las condiciones que nos proponían, decidimos hacer la pausa. Queríamos que la actualidad estuviera reflejada en el programa y en un año tan movido no íbamos a poder estar al día si salíamos grabados”, dice el periodista. “Fue un golpe cuando me lo dijeron y no te voy a negar que estoy triste”, dice Lapegüe, conductor de “TN Central” y “TN Noche”, y por cinco temporadas al frente del “descontracturado” ciclo de los viernes en trasnoche. “Armamos un buen equipo, nos iba bien en rating, recorrimos el país llevando solidaridad. Pero son decisiones del canal. Por mi parte, ya presenté otros proyectos”, dice desde Miami, de vacaciones. Quien ya tiene muy encaminado un nuevo programa es Santillán: será en igual horario que “Argentina para armar” (domingo a las 22) y también grabado uno o dos días antes de la emisión. Pero no quiso dar más precisiones: “Lo único que puedo decir es que será totalmente distinto del anterior. Este año no se trata de 'armar' sino de poner todo sobre el tablero”, aclara la periodista, después de ocho temporadas al frente del mismo ciclo. Ella asegura que la sorpresa por la noticia de la no continuidad del programa le duró cinco minutos: “De inmediato me puse a pensar y a poner energía en lo que sigue”.
La verdad de los números indica que TN recuperó el liderazgo. En enero, el promedio fue de 1,88 para TN y de 1,37 para C5N, diferencia que se profundizó en febrero: 2,88 y 1,44. Las razones de esta caída para el canal de Cristóbal estarían, según varias opiniones, en la banalización de la agenda (en lugar de información dura); el gradual despido –claro o velado– de los periodistas Débora Plager, Antonio Laje, Tomás Bulat, Luis Novaresio y Marcelo Longobardi, más la alineación con el Gobierno. Razones que se potenciaron con la divisoria de aguas que representó el caso Nisman.
“La única alineación que entiendo es con el televidente, el que llama para elogiar y para putear, quiero a los dos. Los gobiernos pasan y los medios quedan. Lo que pasó en el verano es muy acotado al espectador porteño; en el interior no es lo mismo. Y nos estamos reacomodando. Nos va genial a la mañana y la tarde, con información que apunta a los servicios, y nos queda reforzar la noche. Tenemos todos los cañones apuntados para dar cobertura federal a las elecciones y vamos a preparar debates con Gustavo Sylvestre y Eduardo Feinmann”, dice Francisco “Paco” Mármol, director de Contenidos y Programación de Indalo Media, quien también se encarga de defender a las conductoras (Mariela Fernández, Daniela Ballester, Melina Fleiderman) del canal de las críticas acerca de que no son periodistas de carrera: “Tienen mucha formación –locución, comunicación, un máster una de ellas– y representan otro estilo de conducción, muy lejos del inexpresivo de la CNN”. Ante la pregunta de si los productos de PPT, la productora de Diego Gvirtz, comprada por Cristóbal López, pasarían a formar parte de la grilla de C5N, responde: “Estamos en tratativas... avanzadas. Pero no me interesa tener a '6,7,8'. Lo que quiero es el archivo de 30 años de tevé, eso es un tesoro”.
Con cañones más o menos apuntalados, este año será muy competitivo y la audiencia elegirá: que comiencen las apuestas.
por Leni González
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