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COSTUMBRES | 19-10-2015 16:42

Cosmética vegana: cremas y make up cero por ciento animal

Para sustituir los ingredientes animales, se utilizan extractos de flores y semillas. Belleza vegana.

Hace rato que el veganismo es tema corriente. Derivado del vegetarianismo, nació como movimiento en 1944 por obra de los británicos Elsie Shrigley y Donald Watson, y desde entonces ha ganado adeptos alrededor del mundo. Su particularidad es que no sólo no admite el consumo de carne sino de ningún alimento de origen vegetal (lácteos, huevos, miel, etc.). Además, extiende su premisa a todo aquello que haya sido fabricado a partir de animales. Un vegano no se viste con ropa de cuero, lana, seda o cualquier otra materia prima proveniente de este origen. Bajo esa regla, entonces, el siguiente paso es lógico: ¿por qué alguien que elija seguir esta corriente compraría cremas que fueron testeadas en animales o poseen ingredientes provenientes de ellos? No lo harían. Y pensando en ese público, ciertas compañías comenzaron a trabajar dentro de esta línea.

Producción. En Argentina, Weleda es uno de los grandes referentes. Nacida en Suiza en 1921, desde sus inicios buscaron desarrollar productos naturales y orgánicos. Así, participan de todo el proceso de elaboración, desde la cosecha de la materia prima hasta la formulación, asegurándose de que nada de lo utilizado tiene químicos, conservantes, sintéticos, derivados del petróleo o, más importante todavía, que ha sido testeado en animales. De este modo, casi la totalidad de su línea es apta para veganos. “Solo hay unos pocos productos que cuentan con algún ingrediente de origen animal obtenido de forma no invasiva, como cera de abejas o la lanonina que proviene de la lana cuando se esquilan las ovejas”, relatan desde la compañía. También la empresa brasileña Natura (que hace hincapié en la sustentabilidad para sus prácticas) tiene una línea que aplica a estos reglamentos, con jabones, cremas y aceites de ducha, entre otros. Y aunque algunos productos poseen leche o miel, y por ende no son aptos, ninguno ha sido testeado en animales.

Para sustituir los ingredientes animales, estas compañías suelen utilizar extractos de flores, semillas y plantas. Por ejemplo, Weleda crea un aceite para masaje con árnica que tiene como base el aceite de oliva virgen, o un aceite regenerador de granada que posee aceite de sésamo, de macadamia y extracto de semillas de granada, entre muchos otros. Y aportan una idea que puede ser basal para el futuro de la cosmética (y hacer tomar nota a los grandes popes de la industria): “Los productos naturales, por presentar una estructura similar a los tejidos de la piel, se absorben y asimilan con mayor facilidad que los de origen químico”.

por Vicky Guazzone

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