Mauricio Macri armó finalmente un esquema básico de una treintena de economistas del PRO, el radicalismo y la Coalición Cívica para elaborar un documento con propuestas para una eventual gestión presidencial. Promovió como nuevos voceros del equipo asesor al presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, y al ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat-Gay. Del equipo participan además los radicales Javier González Fraga, Lucas Llach y Agustín Campero, los economistas Martín Tetaz, Nicolás Dujovne y Pedro Lacoste, ex vice del Banco Central bajo la gestión de Prat-Gay, y los referentes del PRO Federico Sturzenegger, Carlos Melconian, el gerente general del Banco Ciudad, Hernán Lacunza, y el diputado Luciano Laspina. Miguel Braun, presidente de la Fundación Pensar, explicó que el cambio de voceros económicos de Macri obedecía al perfil político y económico del candidato, “un hombre de pensamiento desarrollista que proviene de la industria nacional y tiene como preocupación central de gobierno reactivar el empleo y reducir la pobreza”.
El laboratorio macrista pretende desterrar la presunta raíz “neoliberal” del candidato de Cambiemos, que tanto le enrostran Daniel Scioli y el Frente para la Victoria, y reafirmar, en cambio, su estilo “moderado y conciliador”. El refuerzo de la “plataforma económica” trata de corregir cierta dispersión comunicacional que cayó en la trampa de quedar como representantes del “ajuste” en la confrontación con la variante sciolista de la “continuidad”. Melconian y Sturzenegger responderían a ese patrón inconveniente.
El propio Scioli aprovechó para colarse en la interna ajena: “Macri mandó a callar a todos sus economistas y tuvieron que esconderse todos –interpretó Scioli–. Son los que han dicho que van a sacar los subsidios, que no hay más margen para aumentar salarios y jubilaciones y que van a devaluar”. Una parte del equipo económico del gobernador, el economista y ex ministro Miguel Peirano y el dirigente industrial José Urtubey, vienen manteniendo encuentros con empresarios y dirigentes sindicales locales de las provincias.
El mensaje es fuertemente productivista y aperturista respecto del comercio exterior: “El proyecto de Scioli incluye la idea de generar dólares, sea a través de la vía comercial o a través del acceso a los mercados”, sostiene Peirano. “Nuestro gradualismo significa que no vamos a ir ni por la vía del ajuste, ni por el camino de los shocks”. El candidato, mientras tanto, trata de trazar su propio perfil económico entre los expertos en macroeconomía, como Miguel Bein, y los “financieros”, como Mario Blejer. Todavía falta un equipo. Y un plan.
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