Un estruendo se oye en el aire. La tranquilidad y el silencio de una tarde de primavera en el barrio de adoquines y diagonales se ve interrumpido por el sonido de unas hélices caprichosas, que giran sin dar descanso. Algunos de los pocos vecinos que están en sus casonas salen hacia sus frondosos parques con piscina a ver el espectáculo: el helicóptero presidencial sobrevuela la zona. Un rostro familiar se asoma por la ventanilla y observa detenidamente la mansión de la modelo Valeria Mazza y el empresario Alejandro Gravier. Unos minutos más tarde continúa su trayecto hacia la Quinta de Olivos. Es que la ex presidenta Cristina Kirchner no pudo resistirse a la curiosidad de conocer Barrio Parque desde el aire. Y, en aquella oportunidad, le pidió a su piloto que le hiciera una especie de tour aéreo por las casas que tienen allí famosos e influyentes como Susana Giménez y Diego Maradona. Incluso, el presidente Mauricio Macri y su círculo más íntimo del Gobierno lo eligen, tanto para vivir como para desarrollar sus tertulias políticas. Todo en la vida de los políticos de la gestión Cambiemos transcurre en este barrio exclusivo de frondosos árboles.
Tierra cara. La pequeña vecindad aristocrática de la Ciudad de Buenos Aires está delimitada por la Avenida del Libertador, entre las calles Tagle y Cavia, y las vías del ferrocarril. Aunque no tiene un nombre oficial, y algunos lo conocen como Palermo Chico y Barrio Grand Bourg. Es uno de los sitios más caros para vivir. El precio por metro cuadrado oscila entre 5.500 y 8.600 dólares. Una casa de cuatro ambientes, por ejemplo, arranca desde los 2.250.000 dólares. Fue justamente su exclusividad y cercanía al microcentro los motivos por los cuales lo eligieron algunos de los más influyentes políticos del nuevo Gobierno macrista. Desde el mismo Presidente (que vivió en el límite con Palermo hasta su llegada a la Presidencia), pasando por el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta; el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, hasta el vicepresidente del Banco Provincia, Augusto Rodríguez Larreta.
Cada día de estos funcionarios transcurre en un circuito específico de lugares, con horarios perfectamente establecidos, donde discuten sobre política, hacen negocios y sociales, entrenan y pasan su tiempo libre. Las mañanas comienzan muy temprano en Barrio Parque. Mauricio Macri se levanta prácticamente antes de que salga el sol, y se asoma por su balcón, desde donde el día de su asunción, el jueves 10 a la medianoche, saludó a fanáticos y militantes que rodeaban su casa. En su habitual rutina abandonaba su departamento de Avenida del Libertador y Cavia, frente a Plaza Alemania, y emprendía viaje para estar a las 7 en “Ocampo Wellness Club”, en la calle Ortiz de Ocampo 3250, para realizar su rutina de gimnasia de lunes a viernes religiosamente en compañía de sólo unos pocos socios VIP como Francisco de Narváez. Después de que De Narváez abandonó el PRO en el 2010 nunca más compartieron bicicletas vecinas.
El gym “Ocampo” fue el elegido desde hace 10 años por el presidente Macri, inclusive fue el lugar donde nació el amor con Juliana Awada en el 2010. Mientras Macri hacía bicicleta fija y leía absorto el diario, Awada se acercó a hablarle. Macri, que no suele dirigirle la palabra a nadie excepto a Larreta, le respondió. Ella es una de las más carismáticas del gimnasio, donde bromea y hasta se anima a bailar al ritmo de la música de David Guetta y la cumbia.
Casi en el mismo momento en que el Presidente llegaba a “Ocampo”, aparecía Rodríguez Larreta, quien prefería correr en la cinta. Antes, una caminata por el barrio para salir a las seis de la mañana desde su piso de Avenida Libertador y Tagle, donde vive con su mujer Bárbara Diez y sus hijas Paloma y Manuela. Lo hace en compañía con su vecino y amigo, el actual ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que vive en Juan Mora Fernández al 2900. En algunas ocasiones, este último elige el medio de transporte por excelencia de Cambiemos para ir a “Ocampo”: la bicicleta. Larreta, sin embargo, prefiere el auto. Hace algunos años, cuentan en el barrio que el actual jefe de Gobierno siempre tenía problemas de mecánica con su viejo Megane, tanto que, más de una vez vecinos lo han tenido que salir a empujar para que arrancara. Pero eso es cosa del pasado. Ahora no ocurren estos sobresaltos.
Política y sushi. Luego del entrenamiento físico, la mañana laboral empieza en Barrio Parque. Así puede encontrarse al vicejefe de Gobierno Diego Santilli en plena tertulia política en el “Café de las Artes” del “Museo de Arte Latinoamericano” (MALBA). Santilli es otro de los vecinos del barrio desde que se separó de la periodista Nancy Pazos. Eligió un departamento en Mariscal Ramón Castilla y Juez Tedín, donde vive con su mujer la modelo Analía Maiorana. Parecería que, en el mundo Cambiemos, es una suerte de fetiche tener domicilio en ese barrio y mujer modelo. Augusto Rodríguez Larreta, hermano de Horacio, también vive en el vecindario junto a su pareja, la ex modelo Julieta Spina. Aunque en el caso de Augusto prefirió un lugar más cerca de su hermano mayor, sobre Avenida del Libertador al 2300. Y aún más cerca de “Dandy Bar &Grill”, otro de los restaurantes preferidos del círculo íntimo del Presidente, donde suelen degustar comida gourmet.
Por esas horas, otro de los cafés elegidos es “Rond Point”, en Figueroa Alcorta y Tagle, frente a la Televisión Pública. Allí es común ver a algunos funcionarios en plena reunión de negocios, amigos y hasta a familiares del Presidente.
Nene de Barrio Parque. “Es un nene caprichoso de Barrio Parque”, dijo la entonces presidenta Cristina Fernández cuando no pudo llegar a un acuerdo con Macri por el traspaso del mando presidencial. Lo cierto es que Mauricio Macri vive en el barrio desde hace más de la mitad de su vida, y allí hasta fue vecino de Juliana Awada. Antes de ocupar su departamento en Libertador, vivió en la calle Ombú al 2900 desde los años '80 hasta mediados de los '90 junto a su ex mujer Ivonne Bordeu y los tres hijos fruto de esa relación: Agustina, Gimena y Francisco. De la puerta de esa casa fue secuestrado en 1991. Además de sus hijos, Macri siguió vinculado a Bordeu a través de Fernando de Andreis, su secretario de la Presidencia, otro vecino de la zona de la calle Ortiz de Ocampo al 3100. De Andreis y Bordeu se criaron prácticamente juntos, ya que el padre de ella, el ex corredor Juan Manuel Bordeu, formó pareja con la madre de De Andreis, Patricia Lange.
La casa lindera a la que ocuparon Macri y Bordeu perteneció luego a Juliana Awada cuando estaba casada con el conde belga Bruno Barbier. Ambas frente a la mansión del patriarca, Franco Macri, en Eduardo Costa al 3000, y que funcionó más de una vez como búnker político para Macri hijo. En el departamento de la planta baja, el hoy Presidente realizó sus reuniones con funcionarios y lo usó como lugar de retiro político, por ejemplo, tras la crisis por el escándalo de las escuchas ilegales.
Cuando la casa de su padre no es suficiente refugio elige el restaurante de sushi y comida asiática “Dashi”, del ex Museo Renault sobre Figueroa Alcorta al 3300. Allí, tanto Macri como Rodríguez Larreta se mueven como en su propia casa. Se los puede ver durante los mediodías y las noches. Durante el almuerzo, el jefe de Gobierno accede a su reservado en el entrepiso del lugar. El Presidente también es fanático del sushi del restó, y lo elige para las reuniones de la mesa chica. Pero en las noches, lo acompañan celebrities y vecinos, como la conductora Mariana Fabbiani y su pareja Mariano Chihade.
Cuando comer sushi cansa, el otro de los puntos calientes de reunión al mediodía es “Pizza Cero”, sobre Avenida del Libertador al 1800. El favorito de Horacio Rodríguez Larreta por su proximidad: está pegado a su edificio. Allí, por ejemplo, lo encontró NOTICIAS el miércoles 9, a punto de reunirse para una de sus tertulias políticas.
Tras su asunción, Mauricio Macri tendrá que decirle dice adiós a su antiguo barrio para mudarse a la Quinta de Olivos, en la provincia. Pero no solo se terminan las mañanas en el Ocampo Wellness Club para el Presidente, sino también está a la venta una parte del predio del gimnasio. En concreto es el sector de las canchas de fútbol, donde Macri jugó sus famosos partidos cabuleros previo a las elecciones y después hacía un asado. ¿Será que como dice el tango... “Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo, pero cuándo?, si siempre estoy llegando”?
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