El Gobierno hizo patente desde un primer momento la seria importancia que le da a la comunicación y a las redes sociales. Por eso no sorprendió a nadie que el fallido faltazo al acto del domingo por el Bicentenario se haya anunciado vía Twitter: el rechazo a las maneras clásicas de transmitir ideas es tal que, el viernes 8, el siempre vehemente Jaime Durán Barba se opuso a la posibilidad de que la presencia del Presidente en Tucumán fuera televisada en cadena nacional. “Si total lo van a pasar todos los canales, para que vamos a obligar a la gente a verlo”, habría dicho con furia el gurú ecuatoriano de Macri. Muchos funcionarios no estaban de acuerdo con eso, pero fue lo que al final sucedió.
El equipo de redes sociales del líder del PRO lo integran más de diez personas: seis Community Manager -el escalafón más bajo, que se encarga de teclear los textos que le dan armados- un Social Media Manager -responsables de un enfoque más general y estratégico-, un analista de métrica y contenido, y un equipo audiovisual que varía entre uno o dos camarógrafos y un fotógrafo, más la eventual ayuda de una agencia de publicidad y una productora. Las máximas autoridades del mundo virtual del Gobierno son Julián Gallo y Guillermo Riera, que a su vez dependen de los voceros y del área de comunicación del Gobierno, que les bajan las directrices generales y que en especial están atentos a los mensajes más delicados. En estos, como en el mensaje del domingo pasado, el anuncio recorre todo el escalafón: parte desde Macri y sus funcionarios hasta el último Community Manager que, antes de publicarlo, vuelve a consultar con sus autoridades que a la vez lo chequean con el Presidente. “Fue con su aprobación”, aseguran sobre el polémico tweet del día de los actos del Bicentenario, donde el esposo de Awada aseguraba que por estar “cansado por la extenuante gira y actos” no iba a poder asistir. Aunque el final fue otro, la polémica sobre Macri y su salud se disparó igual.
“Se quisieron anticipar a lo que iba a pasar, pero hablar de cansancio para un presidente es un error: nunca va a ser bien visto, en especial si este asumió hace poco más de seis meses. Por más buena o mala imagen que Macri tenga, una cosa así jamás va a ser aceptada por la comunidad. Hubo una pobre elección de palabras”, asegura Agustín Giménez, especialista en estrategias políticas en redes sociales y antiguo responsable digital de la Jefatura de Gabinete PRO en la ciudad. Uno de los actuales responsables de Comunicación del Gobierno discrepa: “El tuit de Mauricio no fue premetidado, pero está dentro de la lógica nuestra de contar la verdad, para que se entienda que los que dirigen el país son tipos normales que trabajan, se cansan y sufren cuando las cosas no salen tan bien o cuando pierde la Selección. Lo mejor es ser lo más sincero posible”.
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