El proyecto de ley de presupuesto 2017 del Gobierno de Mauricio Macri anticipa un aumento del 32,1% en la inversión, lo que es celebrado por todos, aunque el debate radica en el reparto de fondos entre las provincias. Además, la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) advierte de que "el gran desafío de la actual administración será ejecutar los montos asignados". Es que cuando falta dinero lo primero que se recortan son las obras, pues son más fáciles de ajustar que los salarios, las jubilaciones y las ayudas sociales.
En cuanto a la distribución de las inversiones por provincia, encabeza la lista la de Buenos Aires, seguida por la capital, Córdoba, Santa Fe, es decir, los distritos más poblados, y después aparecen Chaco y Jujuy, por el Plan Belgrano, que incluye obras de transporte, como la creación del metrobús para San Salvador de Jujuy, San Miguel de Tucumán y Posadas, el mejoramiento de los ferrocarriles de carga y pasajeros Belgrano y Mitre, la transformación en autopistas de las rutas 9 y 34, la ampliación de la red de agua potable, cloacas y gas a 1,7 millones de hogares y la construcción de 1.000 centros de primera infancia y 400 jardines de infantes, entre otras iniciativas. También se inaugurará el metrobús en Mendoza y La Plata.
El 58% de lo que invertirá la Nación por cuenta propia se volcará en rutas. Las prioridades serán el mejoramiento del Camino del Buen Ayre y las rutas 8 (provincia de Buenos Aires), 19 (entre Santa Fe y Córdoba) y 22 (Río Negro). El resto será para la red de transporte ferroviario, sobre todo el metropolitano de pasajeros, lo que está provocando las presiones del lobby sojero para que se atienda a los trenes de carga que llevan los granos a los también insuficientes puertos santafesinos. Otra parte de la inversión irá a la reanudación de la paralizada entrega de computadoras a los estudiantes y al equipamiento de los ministerios de Defensa y Seguridad.
De las transferencias de fondos para inversiones, el 68% irá a provincias y municipios. El resto se destinará sobre todo a obras de AySA y la construcción de una cuarta central nuclear y de las dos polémicas hidroeléctricas de Santa Cruz.
El Gobierno seguirá cubriendo el déficit de Aerolíneas Argentinas, pero con menos fondos: por 3.000 millones de pesos. En el presupuesto 2016 están estipulados 4.228 millones.
Otros gastos de importancia serán los del programa Barrios Seguros, por el que se controlarán unos 100 en todo el país como parte de la guerra contra el narcotráfico que Macri quiere aplicar en la Argentina. El Plan País Digital buscará promover la inclusión de tecnología en los gobiernos provinciales y muncipales.
Para recuperar el fondo fiduciario de créditos hipotecarios Procrear, se inyectarán 10.500 millones de pesos. Sin embargo, el presupuesto prevé que se entreguen 175.000 préstamos en los próximos tres años, a un menor ritmo que los 200.000 entregados en un periodo similar entre 2012 y 2015. Además el nuevo plan financia la compra de inmuebles usados o por estrenar, ya no la construcción de nuevos. En cuanto a las viviendas sociales, se prevé levantar 120.000 entre 2017 y 2019, a razón de 40.000 por año, un nivel similar al de 2015, el último del kirchnerismo.
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