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SOCIEDAD | 04-10-2016 09:01

Bullrich y Ritondo: internas y recelos en Seguridad

El Gobierno anunció que la Policía Federal y la Bonaerense van a trabajar juntas, pero hay grietas y resquemores entre los funcionarios.

“Este tipo se corta solo”, la escucharon decir sus allegados a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, más de una vez y muy molesta. El destinatario del insulto es nada más ni nada menos que su par bonaerense, Cristian Ritondo. Y el enojo aparece cada vez que el ministro de María Eugenia Vidal hace un anuncio del que Bullrich no está enterada como ocurrió hace unos días cuando Ritondo anunció una serie de medidas para prevenir los clásicos desmanes que suelen darse para fin de año.

En la provincia pasa lo mismo. Ritondo se enoja por decisiones de Bullrich. “Si viene a ayudar, genial. El problema es que pone sus intereses por sobre la seguridad y termina complicándonos”, dijo él a sus íntimos cuando la ministra decidió sacar los gendarmes que custodiaban puntos calientes de la provincia de Buenos Aires y llevarlos a custodiar las fronteras. “Gendarmería cuidaba puntos clave como los ingresos de ‘Fuerte Apache’ y otros asentamientos donde se aglutinan los delincuentes más peligrosos. Ahora hay que suplir esa falta y no alcanza el personal”, insiste uno de los hombres de confianza de Ritondo.

La interna entre ambos ministros comenzó a los pocos días de haber asumido cada uno en su cargo. Lo que todos se preguntan ahora es cómo, con estas disidencias como fondo, van a poder poner en marcha un plan de seguridad conjunto entre Nación y Provincia para combatir la inseguridad en los puntos calientes del conurbano bonaerense. Siendo que además existe una histórica disputa entre la Federal y la Bonaerense que siempre se recelaron entre sí.

Lucha interna. Cuando asumió Bullrich como ministra de Seguridad, el 10 de diciembre del 2015, afirmó: “Vamos a combatir al narcotráfico”. Veinticuatro horas más tarde, su par bonaerense aseguraba que su meta es “terminar con las mafias enquistadas en la Policía Bonaerense y hacer una provincia más segura”. Pero ¿qué pasa si para cumplir una promesa se tocan intereses que afectan a otro distrito?

A las pocas semanas de haber asumido, Bullrich y Ritondo cometieron su primer gran papelón. La Bonaerense estaba al frente de la búsqueda de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y de Víctor Schillaci, condenados por el triple crimen de General Rodríguez, quienes se habían fugado de un penal de máxima seguridad de una manera insólita: amenazando a un guardia con un arma de madera.

Durante las primeras horas de la tarde del 31 de diciembre del 2015, Ritondo aseguró: “Los tenemos cercados, en unas horas se entregan”. Los delincuentes fueron detenidos 10 días después en Santa Fe. Bullrich sacó pecho y tomó cartas en el asunto.

El 9 de enero, Bullrich se subía a un helicóptero que la llevaba directo a la provincia de Santa Fe. Antes de abordar la nave afirmó: “Hemos detenido a los tres prófugos”. Minutos más tarde, la noticia aseguraba que sólo habían detenido a Martín Lanatta. Cristian y Schillaci fueron arrestados 48 horas después. Ritondo, cuentan sus allegados, festejó el fallido de su par.

El enfrentamiento se acentuó cuando Bullrich anunció que retiraba a la Gendarmería de la provincia. Ritondo se enteró por los medios y tuvo que reestructurar una fuerza que, según sus propios dichos, “no está capacitada y tiene equipamiento obsoleto”. Además de tener hoy más de 1.600 hombres menos separados por denuncias de corrupción.

Muchos cambios y pocos resultados. Según una encuesta realizada por la agencia “Management & fit”, 6 de cada 10 bonaerenses no confían en su Policía. ¿Cómo se puede ganar la confianza de una ciudadanía que a diario vive violentos hechos de inseguridad? Para lograrlo, el presidente Macri y la gobernadora Vidal armaron un plan de trabajo integral que pretenden poner en marcha en los próximos días.

Hace un mes, la policía Bonaerense, la Federal y Gendarmería vienen trabajando en conjunto en inteligencia criminal y narcotráfico. Pero la idea es que se amplíe a trabajos de seguridad en las zonas calientes. Ya no con puestos fijos en los accesos de los asentamientos, como tenía Gendarmería hasta hace unos meses, sino en operativos de prevención.

“No va a ser fácil que dos fuerzas históricamente enfrentadas como la Federal y la Bonaerense trabajen juntas y en armonía. Esperemos que sepan dejar las asperezas a un lado”, dijo a NOTICIAS un importante funcionario provincial. Ambas fuerzas acostumbraban a acusarse mutuamente de corruptas, pero lo que las puso en jaque fue el video que apareció en las últimas horas, donde una banda de ladrones de banco amenazan a un fiscal y a un jefe de la brigada de General Rodríguez por no haberles “liberado la zona” (ver recuadro), ya que los delincuentes muestran uniformes de la Federal y la Bonaerense. Aunque, también sería importante limar las asperezas que existen entre ambos ministros, porque no fueron elegidos para pelear entre ellos sino para trabajar por el bienestar de todos.

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