Friday 22 de November, 2024

POLíTICA | 24-11-2016 00:00

Carolina Stanley, la ministra "cheta" de Macri que recorre la Argentina marginal

Es la titular de Desarrollo Social y se convirtió en dama de compañía de Juliana Awada. De la cuna de oro al barro de la Provincia y el interior del país.

El Gobierno presentaba el primer Relevamiento Nacional de Barrios Populares con Marcos Peña como estrella principal y un gran número de funcionarios en el escenario.

Cuando terminó la conferencia, un grupo de censistas distraídos se acercaron al jefe de Gabinete con la intención de llevarse un retrato junto a una de las estrellas del PRO.

–Señora, me puede sacar la foto –pidió uno de ellos a una mujer de 40 años, sin darse cuenta de que le acercaba el celular a una ministra.

Carolina Stanley, la titular de la cartera de Desarrollo Social, le sonrió. Entendió que no la había reconocido y le dijo “por supuesto”. Los censistas se amontonaron alrededor de Peña, se disparó el flash, recuperaron el celular y se alejaron.

Stanley ocupa un rol clave en el gobierno de Cambiemos, sobre todo en medio del sinceramiento de las cifras de pobreza (32,2%), de los sucesivos tarifazos y de la inflación. Pero además, sus encuentros con el obispo de Merlo, Fernando Maletti, hombre de extrema confianza del Papa Francisco, permitieron derretir el témpano en el que se había convertido la relación del PRO y el Vaticano.

Ahora, su principal preocupación está puesta en mantener el diálogo con las organizaciones sociales para que no haya un estallido a fin de año. “Apelamos a que en diciembre todos queramos mantener una Argentina que empieza a crecer”, alega. Las esperanzas de Mauricio Macri están depositadas en ella, a pesar de que muchos ciudadanos de a pie aún no la conocen.

Con esos pergaminos podría exigir un papel protagónico, pero su bajo perfil asombra. Su cara es de las menos conocidas del Gabinete y, según sus allegados, ella disfruta de que sea así. No le interesa participar en los programas de televisión por la noche, cuestión que comparte con su marido, Federico Salvai, ministro de Gobierno de María Eugenia Vidal. “Quiero estar con mis dos hijos”, argumenta a su equipo de prensa. Además, necesita tiempo para hacer deporte, pasión que comparte con su pareja.

En Cambiemos aseguran que insistieron incansablemente con levantarle el perfil. Ahora la miden para una eventual candidatura en el 2017, aunque saben que ella prefiere quedarse donde está. “Tiene un porcentaje bajo de conocimiento, pero mucha potencialidad”, confiesa uno de los estrategas del PRO. Y agrega: “Por ahora, Mauricio la necesita más en su Gabinete”.

Prueba de eso es que desde hace unos meses, a sus habituales recorridas se sumó la primera dama. Juliana Awada camina junto a ella, visita comedores comunitarios y sonríe para las cámaras. En los últimos 90 días pasaron por siete provincias. “A Juliana le interesa mucho la agenda social”, explican en su entorno. Pero no es sólo eso. Con Stanley, la primera dama se siente a gusto. Tienen una muy buena relación desde hace años y sus perfiles son muy parecidos: mujeres de clase alta, finas y educadas en los mejores colegios. Todo muy PRO.

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