El caso de Pablo Echarri, que denunció haber sido bajado de la pantalla de Telefe por su simpatía K, contrasta con el de Florencia Peña quien a finales del kirchnerismo ya empezó a cambiar de discurso. Su actitud “panqueque” la llevó a ganarse la bronca de muchos militantes kirchneristas que la aplaudían cada vez que salía a defender ciegamente a la ex presidenta Cristina Fernández. Por eso, la actriz hoy tiene que lidiar con las críticas de los antikirchneristas y también de los K que ahora la acusan de traidora.
Hace menos de dos años, Peña no dejaba de expresar su afinidad con el kirchnerismo. Lo hizo de manera enfática, en cada nota y programa que pudo. Desde el conflicto con el campo, en el 2008, la actriz defendió las políticas kirchneristas y destacó la participación política activa de los actores. Esta defensa K, según denunció ella misma, le costó incluso recibir duras amenazas.
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