"Tengo 50 años de profesión y conozco las mentalidades de la gente que trabaja en adopción. No todo el mundo está abierto y libre de prejuicios”, dice la reconocida psicoanalista Eva Giberti, quien lleva –entre sus clínicas y libros– una extensa trayectoria profesional en el campo de la adopción. Y agrega: “Todavía hay operadores y jueces que cargan con prejuicios que son habituales en la comunidad, lo que pasa es que nadie lo dice”.
A pesar de eso, reconoce que desde la sanción del matrimonio igualitario hubo algunos avances. “La ley ha favorecido mucho. Cada vez aparecen más chicos adoptados por homosexuales y eso es porque hay jueces y juezas que han abierto la cabeza, pero no son la mayoría”. Para Giberti, el Poder Judicial es cerrado. “El Poder Judicial es patriarcal puro en nuestro país y si hay algo discriminatorio es el patriarcado, ya sean hombres o mujeres. Es un poder que tiene muchos prejuicios”.
Entretanto, la psicoanalista destaca que, en sus años de trabajo, comprobó cómo la crianza de niños en familias homoparentales ha sido de las más beneficiosas. “Resultan ser niños encantadores y que comparten la vida con el resto de la humanidad”, afirma. Sin embargo, Giberti reconoce que aún se deben sortear varios inconvenientes que tienen que ver con la discriminación, sobre todo en la etapa escolar. Y añade: “He visto cómo los homosexuales preparan a sus hijos para que sepan que la gente que los discrimina es gente confundida. Sin duda, ellos son los mejores en enseñar la antidiscriminación”.
Finalmente, a modo de reflexión, Giberti concluye: “Se supone que la sociedad va mejorando y cambiando, pero es un pensamiento esperanzador porque la sociedad no está demostrando que está avanzando a un mejor mundo de valores”.
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